El número dos de la policía en el 11-M, Pedro Díaz-Pintado, admitió ayer ante la comisión de investigación parlamentaria que un subordinado suyo se equivocó cuando, al mediodía del día de la masacre, le aseguró que el explosivo empleado en la matanza había sido identificado como Titadyne, la marca de dinamita usada por ETA. A pesar de que a media tarde comunicó el error al entonces ministro del Interior, Angel Acebes, éste insistió que el explosivo era la dinamita "habitual en ETA".

Díaz-Pintado, subdirector general operativo de la Policía en aquellas fechas, desveló que las dos vías de investigación --etarras e islamistas-- comenzaron el mismo 11-M. "No dimos prioridad a ninguna", afirmó, desmintiendo también a Acebes, que hasta el 13 al mediodía sostuvo que la pista de ETA era la principal.

Este jefe policial admitió que, en un primer momento, atribuyó la autoría a ETA "por deformación profesional" y porque la Guardia Civil había frustrado un reciente intento de la banda de colocar 12 mochilas bombas en Baqueira Beret.

LA LLAMADA Díaz-Pintado narró ante los comisionados del Congreso que el entonces secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa, preguntó durante una reunión celebrada al mediodía del 11-M sobre el explosivo empleado. Telefoneó entonces al comisario general de seguridad ciudadana, Santiago Cuadro.

"Me contesta con cierta acritud que no tengamos tanta prisa", explicó ayer Díaz-Pintado. Poco después, Cuadro le llamó y le dijo que era Titadyne con cordón detonante. "Le pregunto: ¿seguro? Me dice: seguro". El subdirector general comunicó ese dato a los reunidos. A las cinco de la tarde, Cuadro rectificó: sólo podía determinarse que el explosivo era dinamita, pero todavía no su marca (en la madrugada del día 12, los artificieros desactivaron una bomba que no había estallado y pudieron saber que se trataba de goma-2 Eco). Ahora bien, durante su declaración de ayer, Díaz- Pintado tan pronto dijo que el día 11 aún no conocían la marca como que ya sabían que no era Titadyne.

Acebes fue informado del error durante una reunión a las seis de la tarde. Dos horas después, el ministro insistía ante la prensa que el explosivo era el habitual de ETA.

LA PISTA ISLAMISTA Paralelamente, comenzó la investigación con las pruebas halladas en la furgoneta utilizada por los terroristas y se "abre otra vía". A partir de ese momento, la policía no prima la investigación sobre ETA. "Se estaba investigando en las dos direcciones", declaró Díaz-Pintado, si bien admitió que la pista etarra se estancó desde el primer momento. La línea islamista fue cobrando peso con el hallazgo de un teléfono móvil que formaba parte del explosivo que contenía una bolsa que no llegó a estallar.

"La investigación avanza en pocas horas", declaró ayer Díaz-Pintado. Y a las once de la noche del 12 de marzo "empieza a tener cierto color". A la mañana siguiente le informaron de que se iban a producir detenciones. A Astarloa, el secretario de Estado, se le pide discreción, para no alertar a los culpables. Acebes aún sostuvo ese sábado al mediodía que la principal sospechosa era ETA.