Willy Toledo se negó a declarar ante el juez a raíz de una denuncia por vejación contra los sentimientos religiosos porque, a su juicio, no ha cometido «ningún delito» y apeló a la «desobediencia civil» para abrir un debate sobre si es «realmente necesario» que sigan existiendo este tipo de delitos. El actor compareció ayer ante el titular del juzgado de instrucción número 11 de Madrid tras ser detenido el miércoles después de no acudir en las dos anteriores ocasiones en las que fue reclamado por el juez a raíz de la denuncia presentada por la Asociación Española de Abogados Cristianos. Tras su declaración, ha quedado en libertad provisional sin fianza, si bien mantiene la condición de investigado por un delito contra los sentimientos religiosos. Toledo denunció que fue incomunicado durante su detención y que no se le dejó hablar con su abogado, por lo que estudiará emprender acciones legales.