La secretaria general de Amnistía Internacional (AI), la bengalí Irene Khan, denunció ayer casos de torturas en España, así como la masificación de las prisiones y la escasa atención que las administraciones públicas deparan a la violencia sexista. Kahn inició ayer en Barcelona su primera visita oficial a España.

La representante de AI subrayó que, aunque la tortura "no es sistemática", sí que ha habido "un número de casos lo suficientemente serios como para que el Gobierno los tome en consideración". Khan se entrevistó con el vicepresidente segundo del Parlamento catalán, Ramon Camp, y fue recibida por el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall. A ambos expuso su preocupación sobre los derechos humanos.

Khan se refirió en concreto al caso del ciudadano marroquí Driss Zraidi, que denunció haber recibido malos tratos en la comisaría de Roses (Gerona) en 1998. Aunque la justicia consideró probada la agresión, absolvió, el 20 de mayo, a 12 mossos por falta de pruebas. La secretaria de AI recordó que la entidad hizo en el 2002 un informe sobre las torturas en España, que remitió a los Gobiernos central y catalán. Dijo no haber recibido respuesta.