La dirección de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) se conjuró el pasado sábado para encarrilar su estrategia. De ese encuentro trascendió el ultimátum que lanzó al presidente Quim Torra -o plan para la república antes del 21 de diciembre o «pasos al lado»-, y su presidenta, Elisenda Paluzie, se encargó de subrayarlo en rueda de prensa. Pero la entidad soberanista aprobó otro documento, al que ha tenido acceso este diario, en el que dibuja su receta para desarrollar con «éxito» la independencia de Cataluña por la vía unilateral, su carril preferente.

Los escenarios que barajan son tres: un referéndum pactado con el Estado tras una negociación directa bilateral, descartado por «ingenuo» e «imposible»; un referéndum acordado forzado por un organismo internacional, tachado de «muy poco probable», y la vía unilateral, el medio que consideran «más probable» y el «único» que les permite ser «más proactivos».

La entidad «prioriza comenzar a actuar» en esta última dirección, al diagnosticar una «ventana de oportunidad» entre la «incapacidad» del Gobierno de ofrecer «nada» y la «máxima fortaleza de la ciudadanía independentista movilizada y determinada». Para que la emancipación sea exitosa, asegura que se necesita «alinear» al Govern, al Parlament, a las instituciones y a la ciudadanía movilizada. Cuando lo estén, reza el texto, «hay que revalidar la declaración unilateral de independencia [DUI] en el Parlament y publicarla en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya, hacer una solemne proclamación de la república ante el mundo y pedir el reconocimiento internacional».

Pero no solo eso. El documento, aprobado por 45 votos a favor, 6 en contra y 9 papeletas en blanco, fue una enmienda a la totalidad al texto original diseñado por la comisión de incidencia política de la entidad. El escrito aprobado señala que hay que «bajar la bandera española del Palacio de la Generalitat y el Parlament, publicar los decretos de desarrollo de la ley de transitoriedad jurídica, dejar en libertad a los presos políticos y organizar el retorno de los exiliados», además de «activar el plan de control del territorio de forma indefinida en cumplimiento de la legislación vigente del Estado constituido».

Eso sí, la ANC estaría «dispuesta a renunciar a la unilateralidad si cualquiera de los otros dos escenarios se convirtiesen, en los próximos seis meses, en realidades tangibles y declaradas sin ningún margen de ambigüedad». Por otro lado, establece que pedirá a los partidos independentistas «que no permitan la gobernabilidad del Estado».