Las heridas internas siguen abiertas en el PSOE. El partido ha aprobado este domingo las listas electorales para las elecciones generales del 28 de abril y las municipales, autonómicas y municipales del 26 de mayo. El líder socialista y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confeccionado unas candidaturas a su media, sin críticos, ajustando cuentas con aquellos que le defenestraron en el 2016. Sin embargo, ha habido acuerdo con todas las federaciones, salvo con una, Andalucía.

Susana Díaz, histórica rival interna de Sánchez, no ha avalado que personas de su máxima confianza, como Antonio Pradas, no vayan en las listas del Congreso. Los andaluces, en este sentido, han emitido un voto particular, descolgándose del resto de territorios.

Pero no es previsible que haya choques frontales, tan comunes en la historia reciente del PSOE, durante el comité federal que el partido celebra este domingo. La inmensa mayoría de las federaciones han dejado hacer a Sánchez, y el secretario general controla la amplia mayoría del organismo interno.

Tampoco ha habido sorpresas en las listas a las elecciones europeas. En ellas no aparecen ni Elena Valenciano ni José Blanco, los dos exvicesecretarios generales que formaban parte hasta ahora del Parlamento de Estrasburgo. Dentro del proceso de elaboración de candidaturas a todos los comicios que se celebrarán de aquí a mayo, Pedro Sánchez ha optado aquí por unas planchas a su medida, sin presencia de aquellos que se posicionaron junto a Susana Díaz en las primarias de hace dos años. Como Valenciano y Blanco.

La lista para las elecciones europeas está encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. Justo por por detrás, Iratxe García, hasta ahora portavoz del grupo socialista en Estrasburgo; y el ensayista Sami Naïr. Más abajo se encuentran nombres como Catalina Lidia Gálvez, Francisco Javier López e Inmaculada Rodríguez Piñero. También hay un hueco para César Luena, el exsecretario de Organización durante la primera etapa de Pedro Sánchez como líder del partido.