El colectivo Anonymous Catalonia reconoció ayer haber accedido «por pura casualidad» al correo electrónico del presidente del tribunal del procés, Manuel Marchena, y al de otros magistrados de la causa, tras la alerta del CNI el sábado del «intento de hackeo masivo» a las cuentas profesionales y personales de e-mail de los jueces. No obstante, los piratas informaticos negaron que hubiesen hallado información relativa al juicio del 1-O, que está todavía pendiente de sentencia.

Los hackers de Anonymous Catalonia publicaron en Twitter varias capturas de pantalla del correo del juez Marchena y aseguraron que la contraseña de la cuenta responde al nombre «de alguien querido» por el magistrado y ese código, junto al de otros jueces, figura en una base de datos de más de 9.000.000.000 de contraseñas filtradas en el pasado que es «accesible a cualquiera».

Escasa seguridad / Por ello, los piratas negaron haber cometido un ‘hackeo’ a la cuenta de Marchena y se mofaron de que la seguridad de las instituciones del Estado «es la misma que ese candado de la maleta que te viene con un 0000». Según fuentes jurídicas, el ciberataque informático afectó no solo a los miembros del tribunal, sino también a los cuatro fiscales del juicio.

En el Supremo se desconocía si las prácticas detectadas por el CNI se han quedado en intentos de acceso a los correos de los magistrados, o si los autores de tales iniciativas han conseguido algún resultado. En medios judiciales se destacaba, en todo caso, que el aviso recibido ha sido recibido como una alerta que debe ser atendida, pero sin que haya producido una excesiva preocupación dentro de a alta instancia del poder judicial.

El motivo de esta reacción de prudencia sin grave inquietud reside en que los jueces del Supremo ya han recibido en ocasiones anteriores advertencias genéricas sobre los riesgos existentes y sobre las medidas de autoprotección, que llevaron a la adopción de la correspondiente cautela.