El anuncio de la abdicación del rey Juan Carlos movilizó ayer a toda la clase política de Aragón, que no quedó indiferente ante una noticia que hizo reaccionar, durante todo el día, tanto a los defensores como a los detractores de la Corona.

Una de las primeras comunicaciones oficiales fue la de la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, quien convocó a los medios a las 13.00 horas en la sede la DGA en una declaración institucional en la que ensalzó la figura del monarca. Sin embargo, el discurso televisivo del Rey retrasó la comparencencia de Rudi, que esperó rigurosa a que este finalizara para hacer acto de presencia en la Sala de las Columnas del Pignatelli. Un lugar en el que, precisamente, se expone un cuadro del Rey y otro del Príncipe de Asturias. Pasado, presente y futuro juntos en un solo espacio.

La presidenta aseguró que el rey Juan Carlos ha sido "el Rey de todos los españoles" y destacó que "sobradamente" ha cumplido con el "compromiso que adquirió" en las Cortes Generales en noviembre del 1975. "Su reinado, a lo largo de los últimos 39 años, ha dado a España el periodo más largo de estabilidad y quiero detacar, sobre todo, el progreso social y económico experimentado por el país bajo su liderazgo", comentó Rudi, quien también valoró "su determinación y liderazgo" en la defensa de todo el proceso de consolidación democrática que ha vivido el país desde que llegó al trono.

Por su parte, el líder del PSOE aragonés, Javier Lambán, aseguró que Juan Carlos ha desarrollado su función "con toda la dignidad de la que ha sido capaz" y apuntó que "empezó su mandato en una situación muy difícil para España y lo ha terminado también en una situación complicada".

Desde el Ayuntamiento de Zaragoza, el alcalde Juan Alberto Belloch agradeció la labor realizada por el Rey por "presidir los 40 años de mayor calidad democrática que ha tenido nuestro país en todos los tiempos". El exministro del Interior consideró que la decisión del monarca "tiene como razón de fondo el querer propiciar una renovación generacional".

El PAR, por su parte, consideró la figura de Juan Carlos I como "clave" en la historia moderna del país "porque su compromiso con la democracia y la libertad resultó determinante en momentos como la gestión del posfranquismo y la noche del 23 de febrero de 1981", apuntaron desde el partido. Por su parte, el líder del PAR y presidente de las Cortes, José Ángel Biel, elogió al Príncipe Felipe. "Es una garantía de futuro por su amplia formación y su capacidad", dijo.

PETICIÓN DE CONSULTA

Entre las voces críticas, el presidente de Chunta Aragonesista, José Luis Soro, señaló que "no basta" con que se haya ido un Borbón, sino que "el objetivo es que se vayan todos". CHA pidió ayer la convocatoria de un referendo y redactó una proposición no de ley sobre la cuestión que se debatirá en el próximo pleno de las Cortes de Aragón.

En la misma línea, la portavoz de IU en las Cortes, Patricia Luquin, solicitó la convocatoria de una consulta para que "el pueblo decida el modelo de Estado que quiere", que para su formación debería ser la III República: "Es necesaria e imprescindible esa convocatoria por motivos de higiene y decencia democráticas". Desde Podemos Zaragoza defendieron que "en democracia decide la gente, no somos súbditos, somos ciudadanos".

El alcalde de Teruel, Manuel Blasco, destacó la "espontaneidad y humildad" del rey Juan Carlos, quien "ha dado una última lección" al entender que "era al momento de que la Monarquía española comience una nueva etapa con una nueva generación", declaró. Por su parte, la alcaldesa de Huesca, Ana Alós, expresó su gratitud al Rey por la labor desarrollada para posibilitar "la mayor y más larga época de progreso, bienestar y libertades" del país.

El presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, Luis María Beamonte, destacó que la figura del Rey "se convirtió en símbolo de unidad y estabilidad de nuestro país y su renuncia es también muestra de estabilidad". La presidenta de la Diputación de Teruel y del Partido Popular en la capital, Carmen Pobo, resaltó la figura regia por su "papel central como impulsor de las relaciones internacionales del país" más allá de sus límites.

Por su parte, el líder del PSOE en Huesca y presidente de la Diputación Provincial, Antonio Cosculluela, resaltó el "compromiso" del Rey con la transición y su papel al frente de la Jefatura del Estado "para garantizar y consolidar la democracia, favoreciendo la convivencia social y apostando por la modernidad de nuestra sociedad".

Desde el Partido Comunista de España en Aragón, la abdicación del Rey se valoró de forma positiva. "Se quiere dar un relevo dentro de una institución caduca, oscura, corrupta y antidemocrática para darle un lavado de cara y que todo siga como hasta ahora", apuntaron en un comunicado. Esta formación hizo un llamamiento "a todas las fuerzas que se proclaman de izquierdas y que se planteen la derrota del bipartidismo monárquico". Por último, CGT Aragón apuntó que "ni aplaudimos la gestión del Rey ni la decisión de imponernos a su hijo", señalaron.