El presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, ha anunciado que abandonará la política activa al finalizar la actual legislatura para incorporarse a su antiguo puesto de trabajo en una entidad de ahorro. Atutxa ha negado no obstante que esta decisión obedezca a las "presiones judiciales y políticas" que sufre por su negativa a disolver el antiguo grupo parlamentario de Batasuna.

Sobre su complicada situación procesal, a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) decida sobre un presunto delito de desobediencia al Tribunal Supremo por no disolver el grupo Sozialista Abertzaleak (la antigua Batasuna), el dirigente peneuvista asegura que "jamás de los jamases" ha pensado en dimitir de su cargo.

"DAR CARPETAZO" En una entrevista publicada ayer por el diario El Correo , Atutxa declara: "Ha llegado el momento de dar carpetazo, de cerrar mi trayectoria política, dejar paso a gente nueva y dedicarme a otras cosas más entrañables, a nivel de entorno familiar".

"Me voy porque quiero", asegura el presidente de la Cámara de Vitoria. Atutxa confiesa asimismo que está "muy tranquilo" ante el proceso judicial iniciado "incomprensiblemente" contra los miembros de la Mesa del Parlamento vasco, porque está seguro de que finalmente los tribunales les darán la razón.

Tras haber ocupado diversos cargos públicos desde 1987, entre los que destaca su paso por la Consejería de Interior en los sucesivos gobiernos presididos por el anterior lendakari, José Antonio Ardanza, su actual cargo como presidente de la Cámara vasca ha echado por tierra su prestigio político entre los partidos de la oposición, que valoraban su firmeza ante ETA y su entorno.

El presidente del PP del País Vasco, Carlos Iturgaiz, estimó que es "una muy buena noticia que un presunto delincuente deje la política". Según el líder conservador, "Atutxa sabe que tiene muchas papeletas para ser condenado por los jueces y lo que hace es huir de la política; marcharse antes de que le echen".