El juez central de Instrucción número 6, Manuel García-Castellón, ha abierto una nueva pieza en el 'caso Tándem', en el que investiga las cloacas policiales, en relación con el supuesto espionaje realizado por el BBVA a dirigentes políticos a través de la agencia de detectives Cenyt, propiedad del excomisario José Manuel Villarejo.

El juez de la Audiencia Nacional ha tomado esta decisión, similar a la adoptada en otras ocasiones, como la relativa a los audios de Corinna Larsen, después de salir a la luz las informaciones publicadas por la web 'moncloa.com', según las cuales en el 2004, el banco, dirigido entonces por Francisco González, habría tenido acceso a más de 15.000 conversaciones telefónicas de altos cargos del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, además de a políticos, empresarios e incluso periodistas y directivos de la entidad.

El magistrado ha ordenado a la Policía requerir al citado medio digital "todo el material relacionado con la denominada operación Trampa, tanto del que ya se ha publicado desde el pasado 9 de enero como del que no se haya publicado y obre en su poder.

El actual presidente del banco, Carlos Torres, confirmó ayer lunes que la entidad contrató los servicios del Grupo Cenyt, pero no aclaró si ha habido espionaje o no. En todo caso, declaró estar "escandalizado" por las informaciones publicadas.

Esta pieza es la número 9 de la causa en la que el principal imputado es el expolicía Villarejo, en prisión desde noviembre de 2017. Otras de las piezas que se han ido abriendo, según aparecían datos de la participación del excomisario en prácticas cuando menos sospechosas, son las relativas a los audios de Corinna Larsen, a la herencia de La Finca, al marido de la presentadora de televisión Ana Rosa Quintana.