La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional juzgará a partir de este lunes a cinco jóvenes -tres marroquíes, un alemán y un paquistaní- que entre el 2013 y el 2016 habrían gestionado un grupo en redes sociales que se dedicaba a hacer propaganda islamista, incitar a la yihad y captar nuevos adeptos del grupo terrorista Estado Islámico (también llamado DAESH o ISIS).

Los acusados tienen entre 22 y 31 años y la Fiscalía pide para cuatro de ellos 3 años de prisión por enaltecimiento del terrorismo, mientras que para un quinto solicita 8 años al acusarle de integración en organización terrorista.

Según el escrito de conclusiones provisionales, los procesados formaban parte de un grupo de Facebook denominado 'Islam en español' -con 32.000 seguidores- que inicialmente fue creado para divulgar contenido religioso, pero "con frecuencia" también se difundían otros "de carácter radical" en los que "se ensalzaban a los combatientes yihadistas", a los que definía como mártires, las acciones que llevaba a cabo el Estado Islámico y "la importancia de la yihad".

En ese grupo se llegaron a publicar contenidos en las que "se amenazaba con acciones violentas" y se afirmaba que "el shahid, el mártir musulmán, es modelo de dignidad, además de realizar numerosos llamamientos para dar el paso para hacer la yihad, tratando también de captar nuevos adeptos.

Los investigadores han identificado los múltiples mensajes que los procesados, que a veces utilizaban varios perfiles diferentes, difundieron no sólo en este grupo de la red social, sino también a través de aplicaciones de mensajería instantánea como Whatsapp.

DENUNCIADO POR SU FAMILIA

La acusación señala a uno de los cinco acusados como el que realizó "una profusa difusión de contenidos favorables a la yihad", hasta el punto de que "la interiorización de estos planteamientos y su reiterada y manifiesta intención de viajar a los territorios de los 'buenos musulmanes' donde se está aplicando la sharia generó un estado de gran preocupación, inquietud y enfrentamiento con sus padres y hermanos, hasta el punto de que estos hechos fueron puestos en conocimiento de la Policía".

En una declaración judicial, este acusado llegó a mostrarse a favor de que se implantara el califato en España y los investigadores confirmaron que incluso contactó con terroristas del Estado Islámico, a los que envió 150 euros por medio de una empresa dedicada a las transferencias internacionales de dinero a través de un intermediario en Líbano, que a su vez se lo hizo llegar a un muyahidin en Siria.

Asimismo, el procesado realizó un "especial seguimiento" de jeques radicales a los que consideraba "formadores de su concepción del Islam" y con los que mantenía contacto directo a través de las redes sociales, además de difundir sus discursos radicales, previa edición y traducción al castellano.

A través de una amplia red de perfiles y cuentas en diferentes plataformas y redes sociales, el procesado elaboraba textos sobre el Estado Islámico y llevó a cabo una "continuada actividad de adoctrinamiento".

Por todo ello, la Fiscalía ha decidido acusar a este quinto procesado por integración en organización terrorista, mientras que se limita a proceder por enaltecimiento contra el resto de acusados, al considerar que su actuación no salió de las redes sociales.