La Audiencia Nacional ha fijado para mediados del próximo mes de septiembre el juicio a 47 presuntos integrantes del 'frente de cárceles' de ETA bajo la cobertura de los distintos entes de los que formaban parte, entre ellos el colectivo de abogados BL, la organización de apoyo a presos Herrira, la asociación de asistencia sanitaria Jaiki Hadi o la de familiares de reclusos Etxerat. Entre los acusados están la conocida abogada de etarras Arantza Zulueta y el exsenador de Bildu Iñaki Goioaga.

Según el auto de señalamiento del juicio, la vista oral comenzará el 16 de septiembre y se prevén casi una veintena de sesiones -el último día será el 28 de noviembre- que se celebrarán en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid).

La Fiscalía y la acusación popular que ejerce la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) piden penas para los 47 acusados que oscilan entre los 8 y los 20 años y 5 meses de prisión por delitos que van de participación activa en organización terrorista, colaboración y financiación del terrorismo a enaltecimiento y quebrantamiento de medidas cautelares.

Las acusaciones sitúan a Arantza Zulueta y Jon Enparantza en calidad de "dirigentes" y piden para ellos 14 años de cárcel por participación activa en organización terrorista, si bien no son los acusados que se enfrentan a una mayor pena, ya que Francisco Javier Balda, integrante del Movimiento Pro Amnistía, impulsor de la iniciativa Egin Dezagun Bidea y portavoz de Herrira podría ser condenado a 20 años y 5 meses por la acumulación de varios delitos: participación activa, enaltecimiento, financiación del terrorismo y quebrantamiento de cautelares.

EL 'FRENTE', MÁS DE UNA DÉCADA ACTIVO

Este 'frente de cárceles' fue desarticulado en las operaciones 'Jaque', 'Mate' y 'Pastor' practicadas en enero del 2014, enero del 2015 y marzo de ese mismo año, más de una década después de que por orden de ETA se creara el denominado 'Koordinazio Taldea/Grupo de coordinación', también denominado KT por sus siglas en euskera, cuya función principal era dirigir el EPPK (colectivo de presos) de forma integral, garantizando la cohesión de sus miembros y su fidelidad a la banda, ejerciendo dicha función siempre de forma subordinada a la organización terrorista y de acuerdo a las directrices generales que ETA le hacía llegar.

Según las acusaciones, el KT diseñaba y organizaba las campañas de movilización y reivindicación que realizaban los presos en el interior de las prisiones, dirigía y dinamizaba los procesos de debate y reflexión que desarrollaban sus miembros, realizaba un seguimiento directo de la situación de cada preso de ETA, actuaba como portavoz del EPPK, elaborando y difundiendo sus comunicados oficiales y mantenía permanentemente informada a ETA de la situación del conjunto de miembros del EPPK.

Sus miembros, explican los escritos de acusación, eran "plenamente conocedores de su dependencia orgánica de ETA y su actividad contribuye a los fines" de la organización terrorista.