El Tribunal Supremo ordenó ayer a la Audiencia Nacional reabrir el proceso contra el exministro de Defensa de Chile Julio Brady Roche, implicado en los asesinatos del diplomático español Carmelo Soria y de dos sacerdotes españoles en la dictadura (1973-1988).

La Audiencia archivó ese proceso en mayo del 2002, lo que impidió que se hiciera efectiva la orden de busca y captura dictada por el juez Baltasar Garzón contra Brady, que en esas fechas se escondía en Hamburgo.

Brady, de 83 años, fue detenido en Chile el pasado febrero como cómplice del secuestro y desaparición de 12 personas detenidas en el Palacio de la Moneda durante el golpe militar.

El Supremo, en contra del criterio de la Audiencia, indica que en este caso los tribunales españoles tienen jurisdicción para perseguir los delitos imputados al ex ministro, por lo que restablece la vigencia de la admisión a trámite de la querella contra Brady dictada el 9 de mayo de 2001 por el juez Baltasar Garzón. Ello supone, de acuerdo a la resolución originaria de Garzón, que se librará orden de busca y captura contra este ex general de División chileno, de 83 años de edad.