El embajador de Estados Unidos en España, George L. Argyros, no acudió a la recepción que ofrecieron los Reyes de España, a la que había sido invitado junto al resto del cuerpo diplomático acreditado en España. Fuentes de la embajada aseguraron que el diplomático estaba ayer en España y tenía previsto ir al acto, pero no pudo por "problemas de transporte" que le impidieron llegar hasta el Palacio Real.

Esa explicación no impidió que durante la recepción se especulara con un gesto del embajador para mostrar el desacuerdo con el hecho de que la bandera estadounidense no ondeara en la parada militar, al contrario que el año pasado. Como ya había hecho saber, Argyros tampoco tomó asiento en la tribuna de invitados al desfile.

A propósito de la polémica sobre la bandera, José Bono, ministro de Defensa, comentó hace unos días: "Aquí no nos ponemos de rodillas. Somos tan soberanos, aunque seamos más pequeños y menos poderosos, que los Estados Unidos de América".