José María Aznar sugirió ayer que el Gobierno socialista está contribuyendo, con la orden de retirada de las tropas españolas de Irak, al peligro de que los terroristas consigan que cuaje la siguiente idea: "Que logren que creamos que la culpa es nuestra".

El expresidente del Gobierno no se resigna a dejar de comentar las principales decisiones de su sucesor en el cargo, José Luis Rodríguez Zapatero. Ayer, apenas dos semanas después de dejar el palacio de la Moncloa, lo hizo ante un auditorio de más de mil personas, apiñadas para asistir al acontecimiento editorial de la publicación de su primer libro sobre sus ocho años de Gobierno. En ese foro, vinculó la retirada de las tropas españolas con la masacre de Madrid y calificó el repliegue militar como "la primera victoria del terrorismo" islamista.

REITERACION Como ya defendiera en una conversación telefónica con George Bush, cuya amistad magnifica, y después en un artículo en Abc , Aznar insistió ayer en considerar la decisión de Zapatero como "una cesión" ante el terror, que lo único que consigue es que "las libertades se debiliten". "Cada gesto para apaciguarles --interpretó en una de sus frases más aplaudidas-- nos sitúa en una posición más vulnerable".

"Soy contrario al desestimiento", volvió a declarar el expresidente, que ya utilizó esa expresión para titular su artículo. Por eso defendió que la retirada de Irak, que no mencionó pero estuvo presente en su discurso, no rebajará la amenaza islamista a España, porque "los terroristas siempre quieren más". El exjefe del Ejecutivo defendió que sólo la "firmeza" es eficaz, porque "el deseo de llegar a arreglos impide una actitud de firmeza", que es "justo lo que los terroristas pretenden".

Aznar repasó en una alocución de poco más de media hora su defensa del alineamiento con las posiciones de Estados Unidos. Aseguró que Europa dejó en manos de los estadounidenses su defensa hace décadas y lamentó que "muchos europeos aborrezcan hoy a aquellos que les han liberado, no de una, sino de dos tiranías", en referencia a los regímenes nazi y soviético.

En política interior, alertó del nacimiento de "un partido del odio" en España. "No me refiero a mis adversarios políticos, sino a los que aprovechan para alentar la destrucción del adversario desde cualquier tribuna", agregó sin más precisión, en lo que se interpretó como una alusión a los medios de comunicación que no le son afines.

EN LAS LIBRERIAS Aznar reconoció que escribió el libro antes de que su partido fuera derrotado el 14 de marzo. Y que pretendía publicarlo en "otras circunstancias". Pero decidió no retocarlo, explicó, porque así refleja mejor lo que pensaba cuando tomaba decisiones en la presidencia. Y dijo que estará "presente de cuando en cuando en las librerías".