José María Aznar alabó ayer los éxitos económicos impulsados por el Gobierno de su "amigo", el presidente argentino Néstor Kirchner, con quien mantuvo un encuentro calificado por ambos de "positivo". Hace sólo unos meses, Kirchner se quejaba de que Aznar reclamara que las empresas españolas en Argentina obtuvieran rentabilidad financiera, lo que calificó de "bárbaro".

La situación económica argentina fue el principal tema de conversación ayer entre los mandatarios, que dejaron en un segundo plano la solución para los 50.000 argentinos sin papeles. Esta función fue delegada en los ministros de Exteriores Ana Palacio y Rafael Bielsa.

"Hemos buscado puntos de acuerdo entre España y Argentina en todos los temas", dijo Kirchner. Aznar opinó que los resultados de la recuperación argentina "son mejores de lo esperado" e instó al Fondo Monetario Internacional a "hacer una valoración positiva" de ese país para que consolide su posición. El guiño de Aznar fue agradecido por Kirchner, cuyo Gobierno negociaba ayer en Washington la revisión de los plazos para pagar la deuda externa.

Aunque los mandatarios rehusaron dar más detalles, la mano derecha del presidente argentino, el ministro de Infraestructuras, Julio de Vido, reconoció que "se conversó" sobre la posible alza de las tarifas que cobran las empresas de servicios españolas en Argentina. La posición argentina en esta materia es negociar la descongelación de las tarifas con aquellas entidades que se decidan a invertir en Argentina.