José María Aznar llamó ayer por teléfono a José Luis Rodríguez Zapatero para transmitirle sus "impresiones" del viaje que hizo a Estados Unidos y que culminó el martes con un encuentro con el presidente norteamericano, George Bush, en la Casa Blanca. La conversación provocó gran malestar en el Gobierno, porque el expresidente lanzó críticas a su antecesor, Felipe González, a quien acusó de no informarle "nunca" de las actividades que desarrollaba en el exterior.

Fuentes del entorno de Aznar filtraron a la prensa esta llamada, que calificaron como "puramente informativa". Dijeron que la conversación tuvo una duración de "algo más de 10 minutos", que se desarrolló en un "tono de normalidad" y que se centró en la actual situación de Irak, sobre todo en el proceso de transferencia de soberanía que comenzará el próximo 30 de junio.

Un portavoz gubernamental replicó que la conversación "no duró más de cinco minutos" y no fue informativa, sino "muy protocolaria y extremadamente escueta". El portavoz recordó que Aznar "no se puso" cuando González lo llamó una vez para contarle un viaje al extranjero. Señaló también que el anterior presidente rehusó recibir a Zapatero cuando éste era líder de la oposición y viajó a Marruecos en diciembre del 2001, en un momento difícil de las relaciones bilaterales.

DESCALIFICACION IMPROPIA El Gobierno recibió con desagrado la llamada de Aznar, no solamente por sus ataques a Felipe González, sino porque en su viaje a Estados Unidos descalificó la decisión de retirar las tropas de Irak, una actitud que el Ejecutivo considera impropia de un exmandatario.