José María Aznar se despedirá tras las elecciones del 14 de marzo de la política activa española, pero continuará en primera línea de la política exterior. El presidente del Gobierno fue reelegido ayer presidente de la Internacional de Centro (IDC) para un mandato de dos años, en el encuentro que los líderes de esa organización de partidos conservadores celebran hasta hoy en Madrid.

En una rueda de prensa al término de la primera jornada del cónclave, Aznar alegó que seguirá en el puesto porque se "lo pidieron" sus correligionarios, se autoproclamó como uno de los líderes que salvaron la IDC --antigua democracia cristiana-- de su "desaparición", y manifestó su pretensión de reforzarla y extenderla a más formaciones.

El encuentro ha certificado la ruptura de Unió Democr tica de Catalunya (UDC) con el proyecto de Aznar. Ayer se formalizó la salida de Josep Antoni Duran Lleida de una de las vicepresidencias de la IDC y su sustitución por el primer ministro eslovaco, Mikolas Dzurinda. UDC no envió ningún representante al congreso, en el que tampoco han estado líderes internacionales de peso.

Aznar destacó el ingreso en la organización del partido francés UMP, de Jean-Pierre Raffarin, que estuvo representado por su líder en la Asamblea Nacional. Los líderes de la IDC expresaron su compromiso en la lucha antiterrorista y el vínculo atlántico, y su censura al régimen cubano. Aznar recibió del Partido Democrático de Cuba una estatuilla en agradecimiento a su apoyo.