El consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, aseguró ayer que ETA utiliza ahora más la extorsión a los empresarios --el reclamo del impuesto revolucionario -- para meter miedo que para recaudar dinero. Balza basó sus palabras en el hecho de que la banda ha extendido en los últimos años la petición del impuesto revolucionario a empresarios que no tienen mucho dinero. "Antes ETA hacía extorsión a poca gente que tenía mucho dinero. Ahora, en cambio, también se lo hace a mucha gente que tiene poco dinero", explicó. Por ello incidió en que "hoy día los terroristas usan sus cartas de extorsión como amenaza".

INVESTIGACION EUROPEA A juicio de Balza, "las fuentes de financiación" de la organización terrorista "están fuera de Euskadi", por lo que considera "primordial que se empiece a investigar este problema a nivel europeo". A pesar de reconocer que la operatividad de la banda no va a estar nunca como ha estado en años anteriores, el consejero vasco advirtió de que "no hay que olvidar que la banda armada puede volver a matar y a colocar coches bomba". "Mientras exista ETA, ese peligro es real", añadió. En este sentido, recordó que en sus últimos comunicados, la banda "ha alabado la lucha armada".

Respecto a un eventual atentado de ETA, Balza aseguró que se trataría de "actuaciones residuales". Sobre la estrategia de la banda, auguró que "usará la violencia callejera, que será más selectiva, y lo más probable es que, más que quemar un cajero, se dirija a ciertos cargos políticos".