Batasuna se movió. La coalición presentó ayer su nueva propuesta enarbolando la bandera de la política con un compromiso "inequívoco" con las vías "pacíficas y democráticas" y, por primera vez, relegó públicamente el papel de ETA a la "exclusiva" negociación sobre los presos, los refugiados y las armas.

El multitudinario acto en el velódromo de Anoeta, en San Sebastián, que reunió a unas 10.000 personas y en el que estuvo presente una delegación de ERC, no incluyó, sin embargo, ninguna reclamación directa a la organización terrorista. Es más, los militantes de la banda fueron aclamados en varias ocasiones, pero ni uno solo de los dirigentes de Batasuna invocó su nombre.

Lo que sí hizo el líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, fue reivindicar la trayectoria de la izquierda aberzale e intentó transformar en éxito su situación crítica en la que, excluida de las instituciones, ha perdido las fuentes de financiación y sólo le quedan seis meses para tratar de participar en las elecciones vascas. "Si hoy está abierto en el Estado el debate de la reforma constitucional, es porque hemos ganado", exclamó.

COMPLICIDAD DE LOS ENEMIGOS El nuevo tono no incluyó la autocrítica, pero sí un inhabitual reconocimiento de que Batasuna "no tiene el 100% de la verdad".

Otegi confesó que "hacer la paz es más dificil que mantener la confrontación", pero enfatizó que han tomado la decisión de "sacar el conflicto político y armado de las calles" y profundizar en un diálogo que permita "buscar la alianza con nuestros adversarios y la complicidad de nuestros enemigos".

El portavoz de Batasuna reprodujo los siete compromisos adquiridos por la izquierda aberzale para su nueva etapa. Se resumen en buscar "una salida democrática" al conflicto , por vías "pacíficas y democráticas" que incluya a "todas las sensibilidades" y que contemple la consulta a todos los ciudadanos con el compromiso de respetar el resultado de ese referendo "sea cuál sea".

El portavoz planteó que el diálogo "multilateral" deberá incluir a todas las fuerzas sin exclusiones ni condiciones, en una primera mesa en la que estarían los partidos. En un segundo foro, ETA y los gobiernos español y francés deberían llegar a un acuerdo complementario.

PROTAGONISMO Otegi asumió que será Batasuna y el resto de fuerzas quienes deban acordar cómo se produce "el tránsito" hacia el ejercicio del derecho de autodeterminación, y redujo el papel de ETA a negociar con el Estado "la desmilitarización", el futuro de los presos y la situación de "todas" las víctimas.

El texto de la propuesta reivindica que sean los integrantes de la mesa de partidos quienes se conviertan en interlocutores de los estados "en nombre de Euskal Herria" para hacer respetar el acuerdo. Y a diferencia de anteriores iniciativas, ETA ya no sería el garante del cumplimiento de estas condiciones.

Un público entregado rubricó con aplausos la sentencia de Otegi: "La izquierda aberzale mueve ficha política". Su aseveración fue seguida de un aviso: Quien intente desactivar este planteamiento se va a equivocar. "Sé por qué lo digo, se va a equivocar", dijo enigmático en lo que se interpretó como una indirecta sugerencia de que ETA podría hacer algún anuncio de tregua en próximas fechas.

REFLEXION TRANQUILA De hecho, en círculos nacionalistas se ha barajado que la propuesta de Batasuna, bendecida antes por ETA en su comunicado de octubre, podría ser la antesala de un alto el fuego que respalde la propuesta de ayer.

El portavoz de Batasuna reclamó del resto de los partidos que examinen con "cautela, responsabilidad y prudencia" la propuesta. Y fue rotundo al subrayar que "si todos movemos ficha, el proceso de paz está garantizado".