Esta legislatura se anticipa como una de las más crispadas de la historia democrática española. El Gobierno de coalición entre el PSOE y Podemos, una iniciativa sin precedentes en este periodo, y la necesidad de que se entienda con el independentismo para sacar adelante sus proyectos han provocado cruentos ataques por parte de la derecha, como se pudo comprobar durante la sesión de investidura de Pedro Sánchez. Así que este lunes, durante su discurso inaugural, previo al del Rey, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, se ha extendido en la necesidad de que los diputados "respeten al otro". La tercera autoridad del Estado también ha abogado por reformar la Constitución y ha pedido a los partidos, en una nueva crítica a la derecha, que eviten la "apropiación excluyente" de la Corona.

"La democracia no es ni puede ser exclusión. En el Parlamento, no existe el enemigo. Porque a cada diputado corresponde la representación de todos los ciudadanos y, por tanto, también de quienes votaron a cualquiera de las otras formaciones. Como Hemón recuerda a Creonte, 'solo en un desierto podrás gobernar perfectamente en solitario'. Las democracias son sistemas políticos abiertos a la integración de todos y al cambio. Ningún poder está reservado en exclusiva para unos, ni ningún poder es permanente en una democracia, salvo el poder de la democracia", ha señalado Batet.

"No hemos cumplido siempre con este mandato fundamental de la democracia: la consideración del otro -ha recordado la presidenta de la Cámara baja, en una indisimulada referencia a los insultos que se escucharon durante el debate de investidura-. Tenemos en esta legislatura una nueva oportunidad para ello, para hacer de estas Cámaras un ejemplo de la voluntad de compartir desde el derecho a discrepar. Para ello, necesitamos respeto y generosidad".

"NUEVOS CONSENSOS"

Batet, que en las pasadas elecciones generales fue la cabeza de lista del PSC, ha defendido también la necesidad de reformar la ley fundamental. "La Constitución nació mirando al futuro, y mantener esa mirada es el mejor homenaje y defensa que podemos brindarle. Tras celebrar sus cuarenta años de vigencia, debemos volver la atención hacia su carácter de programa de actuación, abordar sus objetivos pendientes y enriquecerla con nuevos consensos propios de nuestro tiempo", ha señalado.

Y por último, una cerrada defensa de la monarquía parlamentaria como "permanente referencia de los valores constitucionales compartidos y de la vocación de diálogo y consenso". En este sentido, la presidenta del Congreso ha defendido el derecho de los partidos a "criticar" al Rey, durante una jornada en la que ERC, JxCat, Bildu, CUP y BNG han optado por no acudir a la inauguración de la legislatura debido a la presencia de Felipe VI. Los dirigentes de Unidas Podemos que forman parte del Gobierno, empezando por el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, han aplaudido sin excesivo entusiasmo al Monarca, mientras que la mayoría de los diputados morados han evitado un gesto de este tipo.

"No son la crítica ni la discrepancia, expresadas respetuosa y razonadamente, las que debilitan una institución firme y consciente de su legitimidad y posición. Por el contrario, esas críticas contribuyen a su fortaleza, basada ante todo en su condición integradora y de patrimonio común a toda la sociedad y a las fuerzas políticas, contribuyendo así a evitar el peligro de su apropiación partidista y excluyente", ha concluido Batet, en una nueva referencia a los partidos de la derecha, que durante la investidura de Sánchez interrumpieron varias veces el debate con gritos de "¡viva el Rey!".