En Catalunya, toda causa que no tenga su manifestación no existe. Y Tabarnia ya tiene la suya. El 25 de febrero, la plataforma que pretende desacreditar al independentismo proponiendo la creación de una comunidad autónoma con varias comarcas de Barcelona y Tarragona, saldrá a las calles de la capital catalana, en defensa "de los derechos y la dignidad de un pueblo que ha dicho basta".

Sus promotores han pedido a todos los españoles, en su puesta de largo en Madrid, que apoyen una marcha en la que se hará una ofrenda floral a Rafael Casanova, habrá sardanas y se cantará el himno de España.

Albert Boadella se ha presentado en Madrid como "presidente en el exilio" y ha recurrido, de nuevo, a la sátira para tratar de mantener vivo al movimiento. Así, ha propuesto que el Monasterio de Monserrat sea "zona neutral y desmilitarizada" entre Tabarnia y una supuesta Catalunya independiente, de manera que la Moreneta "irradie a su conjunto".

"Reír sin apretar el culo"

Asimismo, ha explicado cuales son, a su juicio, los "rasgos diferenciales" de los tabarneses. En primer lugar, la "paciencia", después de tantos años de "doma, más que adoctrinamiento" nacionalista. En segundo lugar, que su mando a distancia tiene el número 3 sin estrenar, en referencia a que los contrarios al independentismo no ven TV-3. Y en tercer lugar, su relax: "Nosotros nos reímos relajados, no tenemos la sonrisa de Pujol o Mas, que es la sonrisa apretando el culo".

Boadella ha despertado las risas de un público entregado, entre los que se encontraba Cayetana Álvarez de Toledo, además de decenas de periodistas. Más que una rueda de prensa ha sido un espectáculo de humor, en el que Jaume Vives, Miguel Martínez y Tomás Guasch, como integrantes de la plataforma, también ha puesto su guinda Así, el tercero, "ministro de Deportes" de la 'nueva autonomía' española, ha propuesto que el "patinete" sea el símbolo nacional de Tabarnia, después de exhibir un vídeo en el que un dirigente de Junts Per Catalunya dice sentirse perseguido por un hombre montando en dicho vehículo.

Boadella ha admitido que es un "reto difícil" llegar cada día "lo más lejos posible". Y es que, tras el éxito inicial, especialmente en las redes sociales, el apoyo social a la iniciativa se ha ido desinflando. De ahí que la conferencia en Madrid y la convocatoria de una manifestación pueda entenderse como gestos para mantener viva la plataforma.