El ministro de Defensa, José Bono, convirtió ayer la celebración de la fiesta de la Inmaculada, patrona del arma de Infantería, en un acto político contra los nacionalistas y contra los que reclaman más autonomía. En la Academia de Infantería de Toledo y bajo la mirada de José Luis Rodríguez Zapatero, Bono utilizó las palabras "nación, Constitución y patria" como arma arrojadiza contra los "antiespañolistas", a los que dijo que "no cabe más autonomía de la que cabe en la Constitución". En su discurso escrito figuraba el término "autonomía", pero no lo pronunció.

Lo que iba a ser una felicitación castrense del ministro a los militares, formados en traje de gala en el patio de la academia y con sus familias asomadas a terrazas y balaustradas, se convirtió en un mensaje político sobre la inquebrantable unidad de España como "patria común e indivisible de todos los españoles", y en una descalificación de quienes aspiran a cotas de autogobierno superiores a las autonómicas.

UNIDAD Y PATRIOTISMO Apeló Bono a los Reyes Católicos, la batalla de Toro y la toma de Granada como "culminación de la unificación de España" y proclamó que "no cabe mejor linaje que el de España". Después enlazó la fiesta de la Constitución y la patrona de Infantería y recordó "la misión de las Fuerzas Armadas de garantizar la soberanía, independencia e integridad de la patria".

Su discurso adquirió la máxima intensidad cuando ensalzó y opuso "el patriotismo español de identidad, pertenencia y sentimiento" a "las identidades de sangre y los derechos del territorio". "Celebramos --dijo-- haber sabido poner los derechos de las personas antes que los del territorio; celebramos que frente a las identidades de sangre hemos sabido poner las de proyecto".

Tras destacar que la historia de España es más que un pacto de coyuntura o de conflicto que haya que resolver "cada mañana mediante un armisticio", dijo que "resulta paradójico el antiespañolismo dentro de una nación, España, que brinda libertad a todos los ciudadanos y garantiza unas cotas de autogobierno superiores a los estados federales". Y concluyó: "No cabe más autonomía de lo que cabe en la Constitución".

El secretario de comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, resaltó "la contradicción permanente" del Gobierno e instó a Bono a convencer a Zapatero, o dimitir de ministro y abanderar desde fuera los principios que exalta permanentemente.

Las palabras de Bono chocan con la concepción de España como nación de nacionalidades y regiones de Zapatero, y que le ha llevado a asumir en el Estatuto los términos de "comunidad nacional" que defiende Pasqual Maragall para Cataluña.

"GOTAS DE AGUA" Zapatero, en una entrevista a la revista Leer , hace una curiosa descripción de los nacionalismos, de los que dice que "son gotas de agua frente a un gran océano, la cultura española, lo español".