El Ministerio de Defensa incrementará la contratación de extranjeros como soldados y marineros profesionales, según anunció ayer el ministro José Bono en el avión que le trajo de Afganistán. Bono visitó, en apenas 24 horas, a las tropas en Kabul y en Mazar-i-Sharif, acompañado por una delegación de parlamentarios.

Uno de los aspectos del despliegue que más impresionó al ministro fue el hecho de que el 20% de los paracaidistas enviados al norte de Afganistán sean extranjeros. De la agrupación de 500 soldados, 90 son suramericanos y el 60% de ellos, ecuatorianos, seguidos de un 30% de colombianos y de algunos peruanos, bolivianos y ecuatoguineanos.

Bono tuvo una mención especial hacia ellos: "No hay nadie que sea más ni menos que otro, y vosotros sois bienvenidos porque defendéis nuestros valores constitucionales".

Ya en el viaje de regreso, Bono desveló a preguntas de los periodistas que el gabinete de dirección del Ministerio de Defensa decidirá aumentar el cupo de contratación de extranjeros, que podrá pasar del 2% actual al 10% del total de los 74.000 soldados y marineros que tienen hoy las Fuerzas Armadas.

LIMITES Y CONDICIONES Ese aumento permite pasar de un límite máximo de 1.420 a 7.400 soldados extranjeros. "Tenemos muchas peticiones y vamos a establecer el porcentaje en función de las necesidades que nos señalen los mandos", dijo el ministro, que elogió los buenos resultados de la contratación de extranjeros en las unidades de élite.

La ley de personal de las Fuerzas Armadas, del 2002, fija como condición para acceder al Ejército la de pertenecer al "área geográfica y cultural" española, llevar residiendo un año en España y suscribir un contrato inicial de tres años en las unidades de choque, principalmente, la Brigada Paracaidista y la Legión, que son las que mayores dificultades tienen para captar jóvenes españoles.

Al despedirse del destacamento de Manás, en Kirguizistán, Bono recordó que de allí salieron los fallecidos en el accidente del Yak-42 y pidió un minuto de silencio.