Madrid. -- El ministro de Defensa, José Bono, que ha comparecido ante el Pleno del Congreso para informar del resultado de la investigación sobre el accidente del Yak-42, ha afirmado que antes del siniestro "faltó diligencia, faltó celo, y se faltó a las normativas militares", y que después de la tragedia "faltó respeto a las familias y a España".Bono ha dicho no tener "ninguna duda" de que el avión en el que viajaban los militares españoles "no podía volar" porque tenía dos averías "graves": La caja de registro de voz no funcionaba y la caja de datos no registraba adecuadamente el estado del combustible.En la sesión de hoy han estado presentes más de 30 familiares de las víctimas de accidente ocurrido en Turquía el 26 de mayo del 2003, que costó la vida a 62 militares españoles, además del exministro de Defensa Federico Trillo. Bono ha revelado que una nota informativa del Ejército del Aire con fecha 7 de febrero del 2003 (tres meses y medio antes del accidente) sobre vuelos en aviones exsoviéticos ya advertía de "serios problemas para el transporte de pasajeros por falta de seguridad". Bono ha explicado que la nota, según el estado Mayor, nunca llegó a sus dependencias y sí al Ministerio de Defensa.Un vuelo más baratoBono también ha divulgado que el Estado Mayor de la Defensa decidió, a última hora, cambiar el modelo de avión --de un Tupolev al Yakolev 42-- porque el vuelo en este aparato era 6.000 euros más barato, aunque, según ha dicho, "se perdieron 700 millones de pesetas en el seguro".El titular de Defensa ha confirmado que en la contratación del Yakovlev-42 hubo, "al menos", cinco intermediarios, esto es, un "peregrinar de contratos" que sólo sirvió para perder el seguro del viaje y no garantizó, en ningún caso, el adiestramiento de los pilotos en la gestión de los recursos de cabina para situaciones de emergencia.También ha insistido en que el "inexperto" piloto responsable del vuelo llevaba, según los datos recabados por su equipo, "23 horas y 26 minutos" volando sin descanso, no tuvo en cuenta que no disponía de aeropuerto alternativo al de Trebisonda y confundió, según parece, una autovía con la pista del aeropuerto.Sobre la identificación de los cadáveres, el ministro ha recordado que las 30 confiadas a los médicos españoles fueron erróneas, debido sin duda a "la prisa" por enterrar los cadáveres y "no se utilizaron datos e indicios disponibles para intentar una identificación sencilla, entre ellos alianzas de compromiso con nombres y apellidos".Bono ha concluido su intervención afirmando que hubo negligencia al ignorar las quejas e informes, no hubo inspecciones, se hizo mal el seguimiento de la contratación y la identificación de las víctimas no es calificable.