España se negó a entregar "vivo o muerto", como quería EEUU, al clérigo shií de Nayaf, Mustafá al Yacubi, portavoz del radical Moktada al Sadr. Así lo reveló ayer el ministro de Defensa, José Bono, horas después de regresar de Irak. La orden de entregar al clérigo Yacubi no era compatible con la misión de ayuda a la reconstrucción que asumió España en Irak, según explicó el general José Enrique de Ayala, segundo jefe de la división hispano-polaca, al mando estadounidense y relató el domingo al ministro Bono durante su visita a Diwaniya (Irak).

Tras la negativa a detener al clérigo, los norteamericanos entraron el 2 de abril en Nayaf, lo arrestaron, destrozaron un periódico y desataron una revuelta y un enfrentamiento con los guerrilleros del Ejército del Mehdi que se saldó, el 4 de abril, con 20 iraquís, un soldado salvadoreño y otro norteamericano muertos.

El ministro informó de que el contingente español cederá la Base a los norteamericanos entre el 15 y el 17 de este mes. Bono, que recibió ayer a los familiares de los siete agentes del CNI asesinados y les prometió la máxima condecoración militar en acto de guerra, dijo sentir "verdadera repugnancia" por las torturas a los iraquís y dijo que "los soldados españoles no han infligido trato vejatorio" a ningún detenido. También el secretario general adjunto del PP, Angel Acebes, tachó de "absolutamente intolerables las torturas en un Estado de Derecho".