El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha firmado este lunes el tratado fiscal negociado con Londres para afrontar la situación de Gibraltar tras el brexit, y ha subrayado que es "el primer tratado internacional entre España y Reino Unido sobre Gibraltar después del tratado de Utrecht".

En declaraciones a los periodistas antes de comparecer en la Comisión de Gastos Reservados del Congreso, ha explicado que el tratado se ha firmado ahora porque "ha costado muchísimo trabajo", y "en el último momento siempre han aparecido problemas porque es tema es delicado y hay muchísimos intereses en juego".

El tratado, que ahora debe ser aprobado por el Consejo de Ministros y ratificado por el Parlamento "trata de evitar que Gibraltar sea un foco donde haya una competencia fiscal desleal" con el territorio de alrededor, y por eso se ha congratulado de la firma.

Quinto acuerdo con Reino Unido

El tratado fiscal es el quinto acuerdo negociado por España con Reino Unido con el fin de resolver lo que el Gobierno considera aspectos "irritantes" sobre Gibraltar, junto al medio ambiente, el contrabando de tabaco, la cooperación policial y los derechos de los ciudadanos. Estos cuatro son acuerdos políticos, pero la materia fiscal exige ser abordada en un tratado internacional que avalen las Cortes.

Al margen de Gibraltar, en relación con el brexit, Madrid y Londres han firmado además un acuerdo para reconocer el derecho de voto en elecciones municipales a los españoles residentes en Reino Unido y a los británicos residentes en España.

Además, para el caso de un brexit sin acuerdo, el Gobierno aprobó el pasado viernes medidas de contingencia para conceder a los ciudadanos británicos que viven en España la residencia legal, medidas condicionadas a que Londres adopte medidas recíprocas.

Situación en Venezuela

Borrell ha afirmado que si el Gobierno de Nicolás Maduro tomase medidas contra Juan Guaidó a su regreso a Venezuela habría "consecuencias" por parte de la UE, medidas que pasarán por la "actuación diplomática y por la presión política".

El sábado, la máxima responsable diplomática de la Unión Europea, Federica Mogherini avisó de que cualquier medida contra Guaidó, incluida su privación de libertad, supondría una escalada de la tensión y se vería respondida con una "firme condena" internacional.

"Cualquier medida que pudiera poner en riesgo la libertad, la seguridad o la integridad personal de Juan Guaidó representaría una gran escalada de tensiones y sería respondida con la firme condena de la comunidad internacional", dijo en un comunicado consensuado por los 28.

Borrell ha destacado la importancia de que Guaidó pueda "ejercer libremente sus funciones de presidente de la Asamblea Nacional" y, para España y otros países, de presidente interino de Venezuela.

"Advertimos al señor Maduro de las consecuencias que tendría, desde el punto de vista diplomático, que hubiera cualquier actuación contra el presidente interino de Venezuela", ha dicho, y acto seguido ha aclarado que para la UE esas consecuencias son siempre de "actuación diplomática" y "presión política".