El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha tachado de "imaginación" que su papel sea el de una especie de 'poli malo' en un Gobierno centrado en la distensión con Cataluña. En primer lugar, ha dicho, porque él se ha "limitado a decir cosas elementales" que no deberían llamar la atención, como que "los embajadores están para defender el buen nombre de su país frente a cualquier ataque".

Pero también ha defendido que "la distensión es necesaria porque en Cataluña se había llegado a una grave tensión" y ha dejado claro que el traslado a cárceles catalanes de los independentistas presos no sabe si es distensión, pero en todo caso es "normalidad en la aplicación del reglamento penitenciario" una vez que ha terminado la fase de instrucción.

Después de que el diputado de ERC Joan Tardá le tachase este miércoles de "mala persona" y Jordi Xuclá (PDECat) le pidiese que no actúe como militante de Sociedad Civil Catalana (SCC), Borrell ha opinado que ambos se expresaron así "con manifiesta intención de provocar para que subiera el tono", pero que él ya está "entrenado" y, además, eso no era objeto de la comparecencia parlamentaria de ese momento.

Medios públicos con "sesgo independentista"

Borrell ha afirmado este jueves que los medios públicos catalanes tienen "un claro sesgo a favor de la opción independentista" y que, mientras eso siga siendo así, es difícil que la opinión pública pueda cambiar. "Eso no cambió con el 155 y eso es importante, porque mientras los medios de comunicación que emiten en catalán sean absolutamente monocordes en favor de una determinada opción va a ser difícil que las opiniones públicas cambien", ha dicho Borrell en una entrevista en 'Los Desayunos de TVE', recogida por Europa Press.

Borrell se ha expresado así cuando se le ha preguntado si sigue pensando que, tal como dijo en su discurso del pasado 8 de octubre, que los medios públicos catalanes son una "vergüenza democrática".

En cuanto a la reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, el próximo día 9, ha dicho suponer "que el diálogo no se limitará solo a autodeterminación sí o no", sino "que hablarán de más cosas", y ha puesto como ejemplo las delegaciones de la Generalitat en el exterior.

Así, preguntado si en esa reunión puede hablarse de todo, ha dejado claro que "no se le puede decir al señor Torra de lo que no puede hablar" porque es "un diálogo libre entre dos personas". Eso sí, ha añadido que "una cosa es lo que el señor Torra plante y otra lo que el presidente del Gobierno replique".

Además, ha dejado claro que Torra es el presidente de la Generalitat, pero Cataluña está "profundamente dividida" y el problema es "entre catalanes", no entre Cataluña y el resto de España como pretende "el engaño psicológico" de los independentistas.

Nueva defensa de Morenés

Esa defensa de otro relato, ha dicho, ya la ha empezado a hacer su Ministerio. "De forma un poco estridente, pero había que hacerlo", ha admitido, en alusión al choque entre el embajador en Estados Unidos, Pedro Morenés, y el presidente catalán, Quim Torra. Borrell ha vuelto a respaldar a Morenés y ha dicho que su discurso, publicado ahora en la web del Ministerio, fue "impecable". También ha dicho que los colegas extranjeros le preguntan por Cataluña, pero que no es el problema principal.

El jefe de la diplomacia ha insistido en que su capacidad de control sobre Diplocat "es limitada" porque es una entidad de derecho privado, pero ha añadido que todo lo que se haga "que pueda ser abordado desde una perspectiva legal" su Ministerio y cualquier otro así lo harán.

En la misma línea, ha insistido en que la Generalitat tiene que pedir informes antes de abrir sus delegaciones en el exterior y ha dicho que supone que de eso también hablarán en su reunión el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Quim Torra.