La policía belga detuvo ayer a 15 presuntos terroristas jordanos, marroquís, palestinos y egipcios como sospechosos de estar preparando un atentado terrorista bajo la dirección de Rabei Osmán Sayed, Mohamed El Egipcio, detenido el lunes en Milán por su relación con el 11-M en Madrid.

Según el jefe de la fiscalía belga, Daniel Bernard, no se puede asegurar la implicación de los 15 detenidos en la masacre del 11-M, aunque tampoco la descartó. En cualquier caso, los detenidos estarían relacionados con el Grupo Islámico de Combatientes Marroquís (GICM), en la órbita de Al Qaeda y al que pertenecían la mayoría de los implicados en los atentados de Madrid.

En la redada, que se llevó a cabo en las ciudades de Bruselas, Amberes y Scharbeek, la policía requisó documentos, libros y vídeos pero no descubrió ni armas ni explosivos. El grupo, dirigido desde Italia por El Egipcio, preparaba un atentado en un país extranjero. Aunque la fiscalía belga señaló a Europa como posible blanco, más tarde aclaró que no tenía "indicaciones precisas sobre el blanco".

Las detenciones fueron posibles gracias a la información proporcionada por la policía italiana. Hace dos semanas se inició el seguimiento del grupo mediante escuchas telefónicas y culminó ayer con una operación coordinada entre Bélgica e Italia.