La pugna entre el presidente de la Generalitat y del PP valenciano (PPCV), Francisco Camps, y su predecesor en ambos cargos, Eduardo Zaplana, vive hoy un día clave con la celebración del 11º congreso popular regional en Castellón. Camps quiere desplazar definitivamente a los zaplanistas de los puestos clave de la dirección y ayer hizo público que propondrá a los diputados autonómicos por Alicante y Castellón, Adela Pedrosa y Ricardo Costa, como secretaria general y vicesecretario general respectivamente.

Queda fuera de la secretaría general José Joaquín Ripoll, presidente de la Diputación de Alicante y cabeza visible del zaplanismo desde que Mariano Rajoy impuso una frágil paz entre ambos sectores. El líder estatal ha declarado repetidamente su apoyo al presidente autonómico.

CONTROL EN VALENCIA Y CASTELLON La elección de compromisarios dejó claro que Camps controla con holgura Valencia y Castellón, esta última provincia gracias al apoyo de Carlos Fabra. Las fuerzas están más igualadas en Alicante, hasta ahora bastión zaplanista.

La votación de hoy desvelará cuáles son los apoyos reales, sobre todo si los fieles al portavoz del PP en el congreso presentan una lista alternativa. Aunque se estima que un 75% de compromisarios apoyan a Camps, el peligro está en la posible quiebra territorial, amenaza esgrimida repetidamente por los zaplanistas alicantinos, sobre todo tras el tibio apoyo del presidente a los planes de salvación de Terra Mítica, actualmente en suspensión de pagos. El cierre supondría la quiebra del modelo turístico defendido por Zaplana desde su época de alcalde de Benidorm.

Pese a que las discusiones y desplantes mutuos han sido públicos y continuos, el presidente de la Generalitat valenciana negó ayer que haya "sectores" en el PPCV y garantizó que en su lista "estarán todos".