La conexión marroquí de Al Qaeda es cada vez más inquietante. El 11-M ha confirmado la importancia de los terroristas procedentes de Marruecos en la red de Bin Laden. "Los líderes de Al Qaeda siguen siendo saudís y egipcios, pero en el nivel de ejecución de atentados, los marroquís tienen un papel fundamental", sostiene el catedrático Mohamed Darif, especialista marroquí en islamismo.

El uso de marroquís como mano de obra terrorista obedece al espíritu pragmático de Al Qaeda, que ha encargado a grupos de marroquís y argelinos los ataques en suelo europeo. "Para atentar en España no hay mejor que los marroquís", dice Darif. "En este país y en casi toda Europa Occidental --argumenta-- hay comunidades marroquís muy numerosas, lo que permite a los terroristas instalarse sin levantar sospechas".

La doctrina salafista

Actualmente, en Alemania, Bélgica, Holanda, el norte de Italia y el Reino Unido, es alarmante la presencia de radicales marroquís, sobre todo seguidores de la doctrina salafista, la corriente más extremista del islam. "En Italia --dice un agente de unos servicios secretos europeos-- se han descubierto redes de marroquís que trasladan combatientes hasta Irak". En España, el número de extremistas marroquís se ha multiplicado. "Antes, los radicales que vigilábamos eran siempre argelinos; ahora, casi todos son marroquís", dice un mando policial español.

Esta red marroquí ha saltado a la escena internacional con los atentados de Madrid, donde 17 de los 20 detenidos son de esta nacionalidad. Pero, la participación de marroquís en atentados ya era habitual. Fueron marroquís los kamikazes que mataron a Ahmed Shah Masud, el líder de la Alianza del Norte. Y fueron marroquís los detenidos en Italia acusados de preparar un atentado con gas tóxico.

En Milán residía Yasín Chekkuri, el bibliotecario de un centro islámico detenido por la policía italiana acusado de pertenecer a Al Qaeda y de fabricar explosivos. Además, las dos únicas personas juzgadas por haber participado en el 11-S son dos marroquís: Zakarias Musaui, procesado en EEUU, y Munir el Motassadeq, condenado a 15 años en Alemania.

¿Cómo se explica esta numerosa presencia de marroquís en Al Qaeda? Además de las enormes bolsas de miseria de Marruecos, la razón hay que buscarla en la permisividad de la monarquía marroquí hacia el wahabismo, la doctrina de donde nace el salafismo, la ideología de Bin Laden. "Desde finales de los 70, las autoridades marroquís autorizaron a Arabia Saudí que extendiera el wahabismo en Marruecos. A cambio, la monarquía saudí ayudó militar y financieramente a Rabat en su guerra contra el Polisario por el Sáhara Occidental", explica Muad Rhandi, un periodista marroquí.

Socialistas y comunistas

La monarquía alauí contribuyó a crear ese monstruo. Primero, en los 70 y 80, dando vía libre a los islamistas para frenar a los socialistas y comunistas que lideraban la oposición y controlaban el movimiento estudiantil. Más tarde, el régimen utilizó a los salafistas frente a los islamistas de Justicia y Caridad.

Actualmente el salafismo está muy implantado en Marruecos. Tras los atentados de Casablanca, las autoridades marroquís detuvieron a 4.000 personas vinculadas a esta ideología. Más de un millar fueron juzgados y condenados.

Muad Rhandi avisa de un componente alarmante: "Muchos de los detenidos no se convirtieron al islam radical en Marruecos, sino en Europa, donde vivían como emigrantes". El desarraigo y las frustraciones contribuyen a que una minoría de los tres millones de marroquís residentes en Europa sean presa fácil de los reclutadores de Bin Laden. La Gazette du Maroc avisó de que Al Qaeda "estudia utilizar a la inmigración magrebí para crear una nueva vanguardia terrorista capaz de atacar a Europa desde dentro".