Último día de campaña y maniobra arriesgada de Pablo Casado. El presidente del PP ha abierto la puerta a que Vox forme parte del Gobierno central. Eso ocurría a primera hora de la mañana en una entrevista de radio. Horas después, en un mitin en Valencia ha asegurado que el partido de Santiago Abascal no quiso entrar en el Ejecutivo andaluz, donde el PP logró la presidencia tras una alianza con Vox y Ciudadanos, queriendo quitar trascendencia a sus palabras. No obstante, en estos momentos es un misterio saber qué decisión tomará la ultraderecha, porque evita hablar de ese asunto.

El PP está en estado de alarma ante el número de votos que Vox pueda cosechar en las urnas. Fuentes de la dirección descartan que el partido pueda superarles, aunque no se muestran tan rotundos sobre si los ultras acabarán sobrepasando a Ciudadanos o no. Ante ese temor, Casado ha decidido acercarse al votante de Vox y decirle que Abascal podrá estar en el Ejecutivo si quiere. "Al final, Vox y Ciudadanos, tengan 10 escaños o tengan 40, van a tener la influencia que ellos quieran tener para entrar en el Gobierno o para decidir la investidura o la legislatura. Por tanto, ¿para qué vamos a andar pisándonos la manguera entre nosotros si lo que tenemos que hacer es sumar?", se ha preguntado este viernes en EsRadio.

Casado ha incidido en un mensaje que ya hiló el miércoles en sus mítines de Andalucía: no hay que tener "miedo" al "trifachito", ha llegado a decir este mediodía en Valencia en un acto en un restaurante al borde del mar. Un acto reducido, apenas 300 personas, la mayoría cuadros del partido en la comunidad, que este domingo también vota en las elecciones autonómicas. Una imagen diametralmente opuesta a la que lució Vox ayer en un mitin en esa misma ciudad.

El presidente del PP aspira a reeditar el pacto andaluz en Madrid y ha reclamado a sus asistentes que comprueben que en los dos acuerdos que firmaron con Vox y Ciudadanos para cerrar la investidura de Moreno, los conservadores no renunciaron a ninguno de sus "principios" ni a la Constitución.

El candidato popular ha pedido a los votantes que no se dejen "intimidar" por el "miedo" que está azuzando la izquierda y ha avisado que para "miedo" el que los españoles tienen que tener a que Pedro Sánchez pueda seguir en la "radicalidad" por sus alianzas con Podemos, los independentistas catalanes y Bildu.

LA EXPERIENCIA COMO VALOR DIFERENCIAL

En la radio, Casado también ha reivindicado la profunda renovación del PP, en cuanto a equipos y también ideario, para demostrar que su partido puede ser respaldado por cualquier simpatizante de Cs y Vox. Según el dirigente conservador, desde que llegó a la cúpula de Génova se ha volcado en diseñar una política económica liberal, recuperar las políticas de apoyo a la familia y a la natalidad y también la defensa de la unidad de España. "Cualquier exvotante del PP puede estar reconciliado con su antiguo partido", ha declarado, antes de subrayar que su formación tiene experiencia en responder a los desafíos independentistas, porque ya lo hizo con el 'plan Ibarretxe' y Carles Puigdemont.

100 ESCAÑOS Y ECHAR A SÁNCHEZ

Casado mantiene sus "expectativas" de no bajar de los 100 escaños e, incluso, ha llegado a decir que cree que va a ganar las elecciones generales. "Ahora mismo tengo un proyecto que suscribe esa España de los balcones", ha indicado.

El líder nacional de los populares ha incidido en que lo importante este domingo es echar de la Moncloa a Pedro Sánchez, porque está "inhabilitado" para este cargo y es "invotable" por los supuestos pactos trazados con independentistas, EH Bildu y Podemos para manterse en el poder.