El presidente del PP, Pablo Casado, ha sostenido hoy que las detenciones que la Guardia Civil ha hecho a diez inmigrantes que saltaron la valla de Ceuta en julio corroboran lo que ya venía manteniendo su partido desde hace semanas: que la inmigración debe ser "legal y ordenada".

"La inmigración debe ser legal, ordenada y vinculada al mercado laboral", porque si no "muchos" acaban en redes de explotación de seres humanos o en la "delincuencia y la criminalidad organizada", ha insistido Casado en declaraciones a los medios durante una visita a la localidad zaragozana de Tarazona, en fiestas patronales.

Declaraciones que ha hecho el líder de los populares tras conocer que la Guardia Civil ha detenido a esos diez inmigrantes al acusarles de atentados a la autoridad, pertenencia a organización criminal y daños. Estos presuntos delitos los cometieron cuando saltaron la valla de forma violenta hace más de un mes.

A la vista de los hechos, Casado ha pedido "menos demagogia y populismo" en materia de inmigración al Gobierno de Pedro Sánchez y ha mostrado su alegría por que finalmente les hayan dado "la razón" en el apoyo a la Ley de Seguridad Ciudadana, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a la propia valla de Ceuta.

El líder de los populares ha subrayado que Sánchez ha provocado un "efecto llamada" en la inmigración irregular por la acogida del barco Aquarius, ya que según sus datos se ha triplicado la llegada desde su llegada el Ejecutivo.

Ha recordado que en cuanto se inició la que ha denominado como "la mayor crisis migratoria de la década", acudió a Ceuta, vio la realidad y la explicó, aunque fuera de forma "políticamente incorrecta", y por ello fue acusado de "Salvini, xenófobo, radical y populista".

Esas acusaciones, según sus palabras, duraron "exactamente dos días", como demuestran los "volantazos" del Gobierno.

Casado los ha resumido: las acogidas al barco Open Arms y al Aquarius por segunda vez ya no iban a ser en las mismas condiciones, que "por supuesto" iban a seguir haciendo uso de las concertinas y de la Ley de Seguridad Ciudadana del PP, y han pasado de devoluciones en caliente a devoluciones "en tibio" en virtud de un convenio con Marruecos del año 1992.

Por ello, ha reclamado a Sánchez que vuelva a la política que aplicaba el PP en materia migratoria, de firmeza en las fronteras y de cooperación con los países de origen para que no sea necesario que esta "pobre gente" tenga que arriesgar su vida para llegar a Europa.