Pablo Casado ha convocado este martes la junta directiva nacional, el máximo órgano entre congresos del PP, para sacar pecho del tropiezo estratégico del PSOE en las mociones de censura en Murcia y Castilla y León. "Han ido a por lana y han salido trasquilados", ha espetado en una reunión a la que estaban invitados más de 400 diputados, senadores, eurodiputados, dirigentes autonómicos, provinciales y alcaldes de toda España. El líder conservador ha acusado a Pedro Sánchez de intentar "reventar buenos gobiernos" en esas dos autonomías para "dañar la alternativa del centro-derecha que representa el PP". Pero esa maniobra que la Moncloa y Ferraz lanzaron ha sido al final un "bumerán" que le "ha dado en la cabeza" a Sánchez y, como consecuencia, ha dicho Casado, el PP ha salido "claramente reforzado".

La mayoría de los participantes de la junta se han conectado por videoconferencia y solo han acudido a la sede de Génova (todavía no hay noticias sobre la nueva localización) los miembros de la cúpula y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. La dirigente hace dos semanas convocó elecciones anticipadas para, dijo, evitar que Ciudadanos, como había hecho con los socialistas en Murcia, le presentara una moción de censura. Casado apoyó esa respuesta de Ayuso y sabe que se juega su liderazgo en esa llamada a las urnas. Hoy no ha querido iniciar su discurso en abierto a los medios de comunicación hasta que no la ha tenido sentada a su lado. Se daba la circunstancia de que Ayuso tenía cerrada, a esa misma hora, desde hacía días su participación en una mesa redonda organizada por el Partido Popular Europeo en el marco del Comité Europeo de Regiones. Cuando ella ha acabado la videoconferencia en su despacho de Génova, ha ido a la segunda planta y se ha metido en la reunión de la junta directiva nacional. Con ella a su izquierda, Casado ha empezado a hablar a la cámara (el famoso plasma de Mariano Rajoy). Detrás de ambos, una gran foto del edificio de la Puerta del Sol, sede del Gobierno regional de Madrid. Tras neutralizar las dos mociones de censura, el siguiente objetivo del PP es seguir gobernando el 4 de mayo el Ejecutivo autonómico.

Casado no ha hecho ninguna referencia a Ciudadanos o a Vox, pero ha insistido en que la reunificación del centro-derecha debe hacerse "por la base", haciendo listas electorales con candidatos de sensibilidades diferentes (socialdemócratas, liberales, conservadores...). Sin concretar a quién se refería, ha asegurado que sus adversarios han lanzado "una lata de gasolina para que la sociedad se polarice" y que su partido volverá a la Moncloa y encontrará una España "devastada" y con "fracturas" generacionales y territoriales.

El máximo dirigente de los populares, como ha hecho en otras ocasiones recientemente, ha vuelto a pedir tiempo para diseñar un "proyecto de largo recorrido" para "varias décadas".

El terrorismo de ETA

En su alocución, también ha defendido seguir hablando del terrorismo etarra porque el Gobierno, ha apuntado, "acerca a seis etarras cada semana, y lo hace porque Bildu ha salvado su investidura y sus Presupuestos". En ese contexto, ha insistido en que la "derrota efectiva de ETA" llegará cuando "no haya ninguna contraprestación a aquellos que no condenan el terrorismo" de la banda.

En cuanto a la renovación de los órganos constitucionales caducados, Casado ha defendido que el PP se haya vuelto a levantar de la mesa y no haya querido negociar los vocales del Consejo General del Poder Judicial porque la Moncloa, ha subrayado, no asume "el principio básico de despolitización y reforzamiento" de la independencia judicial.