El PP trata de marcar territorio y dejar claro que tienen la exclusiva del voto conservador frente a los nuevos partidos como Cs, sobre el que, sin mencionarlo, ha tratado de sembrar dudas acerca de su naturaleza recordando que ya pactaron con el PSOE tras las elecciones de 2015. “Solo el PP puede liderar el constitucionalismo en España”, ha dicho, recordando que, aunque hoy han estado presentes en el acto de Alsasua en conmemoración de la agresión sufrida por dos guardias civiles hace dos años, “nosotros fuimos allí hace cuatro meses y sin hacer ruido a dar un abrazo a sus agentes, condenar las agresiones y decir que no íbamos a permitir que Navarra se convirtiera en anexo de nadie”. “Estaremos siempre donde haya una reivindicación constitucionalista, pero nadie nos va a dar lecciones ahora”, ha advertido.

Casado ha cerrado en Sevilla su periplo de precampaña para las elecciones andaluzas durante este puente de Todos los Santos con un acto de Nuevas Generaciones (NNGG) celebrado a escasos metros de la sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía, el Palacio de San Telmo. Y aunque la insistido en reclamar la necesidad de nuevos aires en el ejecutivo andaluz para “abrir ventanas y levantar alfombras” a fin de acabar con 40 años de corrupción y “pésimos datos” en gestión pública, los temas de la agenda nacional han centrado la mayor parte de su intervención, justificándolo en que difícilmente puede desligarse al PSOE andaluz del partido que sostiene a Pedro Sánchez.

Allí ha vuelto a cargar contra la “felonía” del presidente del Gobierno al dar la orden a la Abogacía del Estado de que retire la acusación por delito de rebelión contra los líderes políticos catalanes encarcelados “para resistir unos meses más en La Moncloa”. “Cuando el president Torra decía que hacía falta gesto un del PSOE para apoyar los presupuestos, ese gesto ha venido en forma de retirada del delito de rebelión”, ha dicho, “lo que han hecho es muy grave: es reconocer sin complejos lo que les exigían para permanecer en la bancada del Gobierno un día más”.

Así, el líder de la oposición ha reprochado a Sánchez haberse “vendido al independentismo a través de presiones al Tribunal Supremo y a la fiscalía, del abandono del juez Llarena en Bruselas, o aceptando la amenaza de Torra diciendo que salgan los presos y pidiendo el indulto claramente”. Por eso, Casado ha reivindicado que solo su partido es “capaz de hacer alternativa” para acabar con un ejecutivo que comete “auténticas barbaridades contra la seguridad jurídica, la unidad nacional y la igualdad de los españoles”.

En este punto, Casado se ha arrogado la exclusividad de la defensa del constitucionalismo en España, recordando que el artículo 155 no se puedo aplicar durante más tiempo y con mayor extensión por culpa del resto de partidos. “Aquellos que permitieron que los independentistas se presentaran a unas elecciones que se convocaron de inmediato por su petición, difícilmente ahora pueden decir que lo hacen muy mal gobernando”. Un mensaje en el que ha profundizado aludiendo a Ciudadanos.

Sobre la formación de Rivera, Casado ha recordado que dio “respiración asistida” al gobierno de Susana Díaz en los últimos tres años, “impidiendo comisiones de investigación parlamentaria o justificando las cifras pésimas de gestión del PSOE”. También ha rememorado el pacto suscrito por Rivera y Pedro Sánchez tras las elecciones de 2015, que no obstante no evitó que hubiera que repetir las elecciones. “Difícilmente aquellos que pedían el voto para Sánchez en 2016 y querían que gobernara en España van a impedir que siga gobernando”, ha dicho reclamando el liderazgo de la derecha.

“El PP es el único partido que no ha pactado con el PSOE y no lo hará, el único que no pactó con Sánchez y no lo va a hacer, o el único que ha dejado muy claro, con medidas legislativas, que no tolerará que el independentismo campe por sus respetos en Catalunya”, aseveró. Y de nuevo ha vuelto a pedir el voto de los desencantos de otras formaciones para lograr una mayoría absoluta, primero en Andalucía y luego en las generales, como las logradas por José María Aznar y Mariano Rajoy. “Abrimos la puerta a otros votantes, desde los defraudados con Cs y PSOE, a “aquellos que no nos votaron en las últimas elecciones porque la crisis les hizo quedarse en casa”, ha dicho el líder conservador.