Pablo Casado, presidente del PP, ha reivindicado este sábado en Valencia la labor de los expresidentes de la Generalitat Francisco Camps, imputado en varios casos de corrupción, y Eduardo Zaplana, en prisión preventiva por otro, y también la herencia de la exalcaldesa fallecida Rita Barberá, de cuya expulsión al grupo mixto ha acusado a Ciudadanos, por exigirla como condición para apoyar la investidura de Mariano Rajoy.

En el acto de proclamación de Isabel Bonig como candidata autonómica en las elecciones del 2019 y de los tres cabezas de lista provinciales, el líder de los populares ha aprovechado para pedir un cambio en la situación penitenciaria de Zaplana, enfermo de leucemia. Respecto a los casos de corrupción, sin nombrarla, se ha limitado a decir: Si alguien ha hecho mal, no somos nosotros los que tenemos que juzgarlo. Lo que podemos juzgar es lo que se ha dejado hecho, eso no nos lo va a tapar nadie, ha subrayado.

Casado se ha dirigido también a María José Catalá, alcaldable del PP en Valencia, y se ha mostrado convencido de que encarnará el espíritu de Rita Barberá, cuyos familiares acaban de solicitar al PP que deje de pasear su cadáver tras haberla expulsado al grupo mixto del Senado. De esa medida, Casado ha afirmado que la tuvieron que aceptar porque la pidió Ciudadanos.

ANDALUCÍA Y CATALUÑA

Sin complejos, el presidente del PP ha reivindicado también su pacto con Ciudadanos y Vox para aupar a Juan Manuel Moreno Bonilla a la presidencia de la Junta de Andalucía, se ha mostrado dispuesto a repartirlo en otras autonomías, aunque ha reivindicado a su partido como el voto útil en las próximas convocatorias electorales para no depender de ningún partido bisagra. Quiero apelar a los que se fueron para decirles que no van a encontrar al PP fuera del PP. Somos los de siempre, con los mismos principios y valores, pero defendidos como nunca, ha afirmado.

El dirigente popular ha criticado los Presupuestos presentados por el Gobierno por ser, en su opinión, la factura librada de la moción de censura, el pago vergonzante a independentistas, batasunos y populistas del alquiler del palacio de la Moncloa y del Falcon, que es lo que importa a Pedro Sánchez.

Según Casado, ha asegurado que el suyo es el único partido que puede parar el procés y echar el freno a un proyecto de ruptura, al tiempo que ha reiterado que si el PP vuelve a la Moncloa, aplicará el artículo 155 de la Constitución en Cataluña en el primer Consejo de Ministros, para devolver el autogobierno pero el bueno, el estatutario.

EL ESPANTAJO CATALÁN

Como su jefe de filas, Bonig se ha llevado los mayores aplausos a su discurso cuando se ha comprometido “a bajar los impuestos, el IRPF” y “a eliminar el de patrimonio y el de sucesiones y donaciones”. También ha dicho que no van a aceptar lecciones del resto de partidos. “¿Pueden darnos lecciones quienes dicen que los políticos catalanes presos por haber dado un golpe de estado son presos políticos?”, se ha preguntado mientras resonaban los “noooo” en la sala. “La Comunidad Valenciana está orgullosa de formar parte de una gran nación que es España”, ha sentenciado.

Catalá ha dicho que entre sus razones para encabezar la candidatura ha apuntado que quiere “que el catalanismo y el separatismo quiten sus manos de esta ciudad” y aclaró que no quiere “a las Reinas Magas quiero a los Reyes Magos”.

La proclamación tuvo lugar en un abarrotado pero no excesivamente grande Auditorio Mar Rojo y al acto han acudido, entre otros, el eurodiputado Esteban González Pons, que fue primera opción del partido para la alcaldía de Valencia y que probablemente repetirá como cabeza de lista a las elecciones europeas, y el expresidente de la Generalitat Valenciana Alberto Fabra.