"Está en nuestras manos cerrar heridas que no deberían haberse abierto". De este modo se ha referido ayer al proceso soberanista el ministro de Justicia, Rafael Catalá, en Barcelona, en un desayuno informativo de Forum Europa. Durante su discurso, el sustituto de Alberto Ruiz-Gallardón se ha mostrado conciliador y ha apostado por llegar a una solución que evite la separación de Catalunya de España. "Juntos podemos afrontar problemas y separados somos más vulnerables", ha añadido.

En un discurso meramente político en el que casi no ha hecho referencia alguna a la Administración de Justicia, Catalá ha ensalzado la voluntad de diálogo y ha hecho un canto a la "lealtad" institucional. "Queremos un Gobierno inclusivo. Nada ni nadie que nos separe ni nos aleje" territorialmente y "menos, de los catalanes", ha afirmado. Y ha recordado que dos de cada tres catalanes no participaron en el proceso del 9 de noviembre. También ha abogado por "un futuro juntos como el presente" y "el respeto a la ley".

Respecto a la posibilidad de que el Parlament realice una declaración unilatera de independencia, el titular de Justicia ha declarado que sería la "manifestación de un fracaso de convivencia compartida". "Si esto acabara mal sería una mala noticia para todos", ha añadido.

LAS TASAS, EN REVISIÓN

En el turno de preguntas, el ministro ha subrayado sobre la ley de tasas judiciales que está en proceso de revisión, y más cuando se ha denunciado que esta medida impide el acceso a la justicia de algunos ciudadanos. Ha asegurado que a principios de año presentará su propuesta, aunque no ha hablado de eliminar las tasas, sino de "ajustarlas".

Respecto al aborto, ha manifestado su voluntad de buscar el máximo "consenso" y apoyo político presentar una reforma equivalente a la de antes del 2010. Además, ha apostado por una "política positiva" para ayudar a las familias y a las mujeres.