El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha criticado este viernes la pretensión del Parlament de interponer una querella contra el juez del Supremo que investiga el 'procés', Pablo Llarena, por impedir de nuevo la salida de la cárcel de Jordi Sànchez para ser investido o su participación por videoconferencia, lo que provocó que el presidente, Roger Torrent, aplazara el jueves el pleno previsto para hoy. "La querella a un juez y la amenaza por hacer su trabajo es un error gravísimo", ha sostenido el ministro, para quien este comportamiento "esconde un cierto ánimo de amenaza" y supone una "deriva muy peligrosa".

"Contra las decisiones de los jueces están los recursos, a mí me parece que se están equivocando al intentar amedrentar o incluso amenazar a un magistrado a base de escraches, de pintadas en su vivienda y de presentarle una querella por hacer su trabajo", ha manifestado.

En una entrevista en Onda Cero, ha insistido en que "amenazar a un juez con una querella porque no me gusta lo que ha dicho, me parece que está fuera de lugar", además de criticar a los llamados comités de defensa de la república, por sus "coacciones".

LA EXTRADICIÓN

Por otro lado, el ministro ha selañado que la reunión entre los fiscales españoles y alemanes sobre la extradición de Carles Puigdemont "ha ido bien", según le ha comentado el fiscal general. En su opinión, lo más "razonable es que la resolución del juez alemán se adecúe lo más posible a lo dicho por el juez español que instruye el caso y que lleva meses investigando". De lo contrario, ha sostenido, supondría "volver muchos años atrás".

Siguiendo este razonamiento, ha dado por "hecho que habrá extradicción, por un delito o por otro", ya que el magistrado alemán "ha reconocido que los ha habido".