Los cuatro presuntos miembros de una nueva célula islamista desarticulada la semana pasada en Barcelona, y que ya habían intentado adquirir explosivos en un país centroeuropeo para cometer algún atentado en España, declararán a partir de hoy ante el juez Fernando Andreu.

Hoy comparecen ante el magistrado de la Audiencia Nacional los marroquís Majid Bakali, Abdelkader Farhaoui y Mohamed Douha, detenidos el pasado miércoles en Sant Andreu de la Barca y Mollet del Vallés, en una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Bakali y Douha están reclamados por Marruecos por delitos de terrorismo.

CAPTURA EN NOCHEBUENA El cuarto arrestado, Mustafá Farhaoui, primo de Abdelkader, comparecerá ante el juez durante esta semana, aunque las fuentes no precisaron si será hoy mismo o en fechas posteriores, pues fue arrestado el día de Nochebuena en Martorell (Barcelona) y trasladado a Madrid el pasado sábado. La detención de Farhaoui fue posible gracias al testimonio de Douha, según dijeron las mismas fuentes.

La operación para desarticular a esta célula fue la primera en la que participó el nuevo Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA), creado en mayo pasado por el Gobierno al objeto de coordinar a las fuerzas y cuerpos de seguridad en la lucha contra el terrorismo, y que recibió información del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre los movimientos de los arrestados.

El pasado día 17, otros cuatro presuntos terroristas fueron detenidos en Lanzarote, donde supuestamente estaban constituyendo una base logística para el Grupo Islámico Combatiente Marroquí, tras las últimas detenciones de sus miembros en Francia y Bélgica. Dos de ellos quedaron en libertad, mientras el juez ordenó el ingreso en prisión para los otros: los marroquís Hasan El Haski y Abdallah Mourib.