La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha sugerido este miércoles que le hubiera gustado que el presidente y director de 'La Razón', Mauricio Casals y Francisco Marhuenda respectivamente, le hubieran llamado para "disculparse". Según las grabaciones contenidas en el sumario del caso Lezo ambos trazaron un plan para ponerla contra las cuerdas con el objetivo de salvar a Edmundo Rodríguez Sobrino, mano derecha de Ignacio González y expresidente ejecutivo de la Empresa Interamericana de Aguas y Servicios y que ahora está en prisión.

"Ha sido un episodio muy desagradable [...] He estado personalmente muy dolida, pero ahora quiero pasar página", ha manifestado en una entrevista en Onda Cero.

Pese a las grabaciones, Cifuentes exculpó ante el juez a ambos directivos del rotativo del delito de coacciones. Negó por escrito en su declaración judicial haber sufrido presiones por parte de 'La Razón' para no llevar a la fiscalía las supuestas irregularidades en la empresa pública Canal de Isabel II.

La presidenta de Madrid ha aseverado que dijo "la verdad" al juez, quien le hizo unas preguntas "muy específicas" y ella contestó con lo que vivió "en aquellos momentos". Su testifical hizo que el juez les desimputara.

NIEGA HABER ACUDIDO AL CNI

Asimismo, Cifuentes ha negado haberse dirigido "formalmente" alCNI para pedir ayuda al sospechar que era vigilada por su antecesor, Ignacio González, siendo ella delegada de Gobierno en Madrid.

"Yo nunca me dirigí de manera formal al CNI en el sentido que se ha publicado, jamás", ha asegurado preguntada por las informaciones que apuntan a que acudió al Centro Nacional de Inteligencia a la vista de que supuestamente estaba siendo espiada.

Según ha relatado, era delegada de Gobierno en una legislatura "complicada por cuestiones de orden público, seguridad ciudadana y de terrorismo". "Había determinadas cuestiones que tenían que ver con mi seguridad y algunas me llevaron a trasladarme a vivir a la Delegación de Gobierno a mediados de 2012", ha justificado.