El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) seguirá haciendo encuestas electorales, según afirmó ayer en el Congreso su presidente, Fernando Vallespín, a pesar de que el secretario de organización del PSOE, José Blanco, afirmó tras las europeas del 13-J que el organismo debería suspender los sondeos por los desaciertos que cometió en sus previsiones. Vallespín dijo no haber recibido directrices en ese sentido.

Vallespín agregó que actuó de forma honesta y "se limitó a dar el visto bueno a los datos de los técnicos del CIS" que, reseñó, son los mismos de la etapa del PP.

El presidente del CIS justificó frente al PP la inclusión de preguntas sobre la Monarquía en el barómetro de mayo argumentando que la actualidad de ese mes era la boda del Príncipe, y que el CIS aprovecha las encuestas para conocer la situación del país. Aclaró que las preguntas se hicieron de acuerdo con una serie sobre la legitimidad de la Corona iniciada hace 20 años y dijo que su centro no puede "autocensurarse" para ser políticamente correcto porque la democracia española "está muy avanzada".

Según Vallespín, una institución como el CIS no podría sobrevivir "si no se le respeta un mínimo de autonomía científica".

A petición de varios grupos, el presidente del CIS se comprometió a anunciar con antelación las fechas de presentación de los sondeos del Centro.