El exprimer ministro francés Manuel Valls estudia una oferta de Ciudadanos para concurrir como candidato a la alcaldía de Barcelona en las elecciones municipales del año que viene, según explicó ayer él mismo en Los desayunos de TVE y después confirmó el partido naranja.

Nacido en Barcelona hace 55 años, Valls ha participado en los últimos tiempos en numerosos actos en contra de la independencia. También apoyó a Ciudadanos en la campaña del 21-D. Entonces hizo algún gesto con el PPC y con el PSC, pero quedó claro que su apuesta era Inés Arrimadas. «Me he metido en este debate (sobre el proceso independentista) porque soy nacido en Barcelona, hijo de catalán, y porque también quiero dar a Cataluña y a España mis orígenes», aseguró el exmandatario francés. «El nacionalismo trae la guerra» y «Alemania tendrá que entregar a Carles Puigdemont» son otras de las sentencias que ha lanzado últimamente.

El mundo municipal no le es ajeno a Valls; al contrario, tiene mucha experiencia. Fue alcalde de la población de Évry entre el 2001 y el 2012, cargo que dejó cuando fue designado ministro del Interior por François Hollande. Afiliado al Partido Socialista francés desde 1980, con 17 años, abandonó la formación el pasado mes de junio para sumarse a la mayoría parlamentaria del actual presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, en la Asamblea Nacional.

La confirmación de la precandidatura de Valls (el partido haría primarias antes de ungirlo) permitiría a Ciudadanos matar dos pájaros de un tiro. En primer lugar, un alcaldable con esa popularidad ayudaría a los naranjas a situarse en mejor posición para captar el voto tanto de los autóctonos como de residentes europeos en Barcelona. Y, en segundo, la cúpula del partido se ahorraría el malestar existente en parte de sus filas con que Carina Mejías repita como candidata. La actual portavoz municipal y exdiputada del PPC no es del agrado de parte de la militancia y hay quien ya había puesto otros nombres sobre la mesa como el de Jordi Cañas, que ha vuelto a cobrar protagonismo tras ser exculpado de un presunto delito de fraude a Hacienda. De concretarse el concurso de un político del currículum de Valls los naranjas evitarían o mitigarían posibles luchas internas.

Por el momento, Albert Rivera ya ha aprovechado el tirón mediático del exdirigente francés en favor de su partido. «Nosotros vamos a abrir las puertas al talento. El señor Valls es un amigo de España y de Europa y merece todo nuestro respeto. Un alcaldable como él está claro que es mucho mejor que una alcaldable como Ada Colau», subrayó ayer Rivera en una atención a los medios en San Lorenzo del Escorial.

El líder de Ciudadanos explicó que ha hablado con Valls sobre la posibilidad de ser alcaldable pero pidió «tiempo» para ver de qué manera se acaban concretando las cosas.