Ciudadanos celebra este fin de semana en Coslada, un municipio cerca de Madrid, su cuarta asamblea general, su cuarto congreso, del que saldrá una nueva estrategia para alcanzar su nuevo objetivo: ser alternativa de gobierno a partir del próximo ciclo electoral, que empezará en el 2019 con elecciones municipales y autonómicas y acabará con las generales (2020). La actual dirección del partido de Albert Rivera considera que es el tiempo que necesitan el grueso de los miembros de Ciudadanos de toda España para adquirir la experiencia necesaria en el ámbito institucional. El partido naranja vivió su expansión en el 2015, cuando consiguió entrar en el Congreso de los Diputados en diciembre de ese año con 40 diputados.

A su llegada a la asamblea general, Rivera ha dicho que espera salir "más unidos y más fuertes" del congreso y ha cargado contra el resto de partidos. Sin citarlos ha dicho que Ciudadanos no se "pelea", como ocurre en el PSOE y Podemos, y "permite primarias", a diferencia del PP.

En el congreso el debate de los compromisarios se ha organizado en torno a tres documentos: estatutos, estrategia e ideario.

RÉGIMEN DISCIPLINARIO

Una de las propuestas de la ponencia de estatutos que ha hecho la ejecutiva de Rivera y que peor han sentado en sus militantes ha sido la de castigar como infracción grave la "creación o participación en corrientes de opinión contrarias a los intereses del partido en su conjunto". La cúpula naranja justifica la medida e intenta hacer entender, sin demasiado éxito hasta ahora, que se refiere a "grupos organizados" de personas que entran en el partido con el objetivo de perjudicarlo.

ESTRATEGIA POLÍTICA

Rivera cree que hay que volcarse para intentar entrar en los gobiernos municipales y autonómicos en las elecciones del 2019 aunque hay enmiendas que abogan por "exigir" que Ciudadanos entre en cualquier ejecutivo en el que sea "decisivo", como habría sido el caso, por ejemplo, del Gobierno central de Mariano Rajoy.

En este apartado, los militantes también han reclamado hablar del nivel de autonomía que tendrán las agrupaciones locales y municipales para poder decidir sobre pactos de gobierno y mociones de censura, unas riendas que ahora mismo tiene la dirección nacional.

IDEARIO: SOCIALDEMOCRACIA SÍ O NO

Uno de los debates más intensos que se esperan discurrirá en esta ponencia. Rivera ha propuesto que se borren del ideario lasreferencias a la socialdemocracia y al origen catalán del partido. La idea de la dirección es que Ciudadanos se defina como un partido "liberal progresista, demócrata y constitucionalista", unas palabras vacías de significado según los críticos. Una de las personas que han censurado este posible giro ha sido la eurodiputadaCarolina Punset, que no acudirá al congreso porque justamente este sábado se casará con el portavoz del partido naranja en las Cortes valencianas, Alexis Marí.

De hecho, se prevé que el congreso sea un paseo para Rivera, que se impuso con claridad a sus dos contrincantes a las primarias y no espera ni a Punset ni a los representantes del grupo crítico TranC'sparencia.

RESPALDO CASI UNÁNIME A LA GESTIÓN DE RIVERA

La primera jornada del congreso ha empezado con la presentación del informe de gestión de Albert Rivera durante los últimos cinco años. Rivera ha conseguido un 97% de apoyo entre los compromisarios que ejercieron su voto en la asamblea general.

En un discurso de unos 20 minutos, el político catalán destacó "la operación de crecimiento sin precedentes" que el partido naranja lanzó en 2013 y cómo en dos años consiguió 93 diputados autonómicos, 1.527 concejales, 32 parlamentarios en el Congreso de los Diputados, 3 senadores y 2 eurodiputados. Además destacó "las reformas naranjas" que está ayudando a aprobar al Gobierno de Mariano Rajoy y celebró el "peso nacional" de Ciudadanos.