Los miembros de la familia Pujol Ferrusola presentaron varias declaraciones complementarias del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) y del de patrimonio correspondientes a los ejercicios del 2010, 2011, 2012 y 2013 por los que acabaron pagando 1,8 millones de euros más de los que habían declarado en su momento. De esta cantidad, 1,75 millones corresponden a las complementarias de IRPF y el resto, a patrimonio.

Así consta en las informaciones que la Agencia Tributaria ha remitido al Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona que tramita la denuncia de Manos Limpias contra el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol Soley; su mujer, Marta Ferrusola, y sus siete hijos por un presunto delito de blanqueo de capitales. La causa se inició tras la carta del 'expresident' el pasado 25 de julio en la que declaró que había mantenido oculta en el extranjero durante más de 34 años parte de una herencia millonaria de su padre, Florenci Pujol, destinada a sus siete nietos y a su nuera.

Los mayores incrementos declarados de ingresos fuera de plazo corresponden al ejercicio del 2010. El caso más llamativo en este punto es el de Mireia Pujol Ferrusola, la hija pequeña de la familia, que el 29 de junio del 2011 declaró que en el 2010 tenía una base imponible de 21.268 euros, y en cambio el 14 de julio del 2014 esta cantidad se había incrementado hasta 1.141.159 euros. Como consecuencia de ello, en lugar de recibir una devolución de 3.292 euros, acabó pagando 478.225 euros al fisco por aquel ejercicio.

Las diferencias en ese año son las mayores en todos los hermanos que presentaron las complementarias (Marta, Mireia, Pere, Oriol y Oleguer) además de Marta Ferrusola. Pere, Marta y Oleguer Pujol presentaron declaraciones negativas en el 2010, que se convirtieron en positivas al declarar sus cuentas en Andorra y acabaron pagando entre 250.000 y 300.000 euros. Jordi Pujol Soley y el primogénito, el otro Jordi, no presentaron complementarias de IRPF ni de patrimonio por esos años.

BIENES EN EL EXTRANJERO

La explicación del elevado importe del 2010 se debe a un motivo legal. En el período de regularización de bienes en el extranjero no declarados (la amnistía fiscal de Montoro del 2012) se estableció la fecha límite del 30 de abril del 2013 para comunicar a la Agencia Tributaria ese patrimonio ocultado, al menos, hasta el 31 de diciembre del 2012. Para forzar esta afloración voluntaria, la misma norma establecía que si se descubrían posteriormente esos patrimonios no declarados se les aplicarían los tipos impositivos y recargos como rentas de tributación no prescritas.

Es decir: quien no declarara voluntariamente antes de abril del 2013, con una tributación muy favorable, cuando lo hiciera fuera de plazo se vería obligado a pagar esos rendimientos ocultos como IRPF y patrimonio. Los Pujol-Ferrusola no acudieron a la convocatoria del 2013, pero al verse forzados, el pasado mes de julio, a presentar declaraciones complementarias de IRPF y patrimonio al descubrirse sus cuentas en Andorra, debieron hacerlo contando a partir del 2010, dado que ese periodo de declaración aún no ha prescrito.

De las declaraciones de patrimonio libradas al juzgado, la más interesante es la de Oleguer Pujol, el valor de cuyos bienes pasó de 5,63 millones en el 2010 a 9,58 en el 2012. Oleguer está imputado por una presunta operación de blanqueo de capitales relacionada con la compraventa de oficinas del Banco Santander, que investiga el juzgado número 1 de la Audiencia Nacional.