Ventiladores en marcha. Desde el momento en que la comisión parlamentaria sobre los tejemanejes de la familia de Jordi Pujol quedó bautizada como «comisión de investigación sobre el fraude y la evasión fiscales y las prácticas de corrupción política», todo hacía presagiar que esta se convertiría en una batalla entre partidos para airear los trapos sucios del rival. Y así ha sido: ayer presentaron su solicitud de comparecientes CiU y el PPC y quedó demostrado que el del 'expresident' y su familia será solo uno de los asuntos turbios a tratar. La lista propuesta por el partido del Govern ratifica además que el foco de las pesquisas apuntará de lleno sobre los populares y que el PSC también recibirá un repaso.

Todos los grupos parlamentarios han pedido que Jordi Pujol vuelva a dar explicaciones en la Cámara después de que en septiembre no aclarara nada sobre los fondos que ocultó durante 34 años. Pero no será el único de la familia que deba sentarse frente a los diputados. Tres de sus siete hijos, Jordi, Oriol y Oleguer, que están imputados por diferentes casos de evasión fiscal o de tráfico de influencias, han sido reclamados por toda lo oposición, por lo que estarán obligados a acudir a la Cámara. La duda planea ahora sobre otro de los hermanos, Pere, y sobre la madre del clan, Marta Ferrusola. La presencia de ambos ha sido requerida por ERC, el PPC, ICV-EUiA, Ciutadans y la CUP, por lo que su asistencia dependerá del voto del PSC, que no los había incluido en su lista.

EL 'CASO MÉTODO 3'

Los socialistas, en plena operación de acercamiento al Ejecutivo de Artur Mas para que agote la legislatura, tratan de pasar de puntillas por la comisión. Se han centrado únicamente en algunos miembros de la familia Pujol y en empresarios vinculados. Y no han entrado en otros casos turbios como sí lo han hecho los demás partidos.

CiU, ERC y la CUP, por ejemplo, exigen que comparezca el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y los nacionalistas y los republicanos también quieren que rinda cuentas el jefe de Gabinete de Mariano Rajoy, Jorge Moragas. La intención es inquirirles por amnistías y evasiones fiscales, pasando por supuestas cajas b en el PP y acabando, en el caso de Moragas, por su presunta participación en el 'caso Método 3'. Otra cosa es que acaben asistiendo: pese a que el Parlament contempla que se puedan pedir acciones penales si alguien no lo hace, en anteriores comisiones de investigación ha habido representantes del Gobierno central que se han escudado en que ellos dependen del Congreso y no de la Cámara catalana para ausentarse.

Quien dijo ayer estar «encantada» de comparecer fue Alicia Sánchez-Camacho, que a petición de los partidos proconsulta deberá rendir cuentas sobre su conversación en el restaurante La Camarga con la expareja de Jordi Pujol Ferrusola María Victoria Álvarez, que también será citada. La líder del PPC, sin embargo, se quejó del «totum revolutum» que quieren hacer «otros» y lamentó que políticos afines a Pujol como lo es Mas difícilmente pasen por la comisión (solo lo reclaman el PPC y Ciutadans). Quien sí deberá hacerlo será el exalcalde socialista de Sabadell Manuel Bustos (solicitado por CiU, ERC, la CUP y Ciutadans) por su implicación en el caso Mercuri.

Dicho esto, la votación de la lista definitiva se ha aplazado al viernes, por lo que las primeras comparecencias no serán hasta mediado diciembre, como mínimo. A ello cabe añadir la posibilidad de un adelanto electoral que cerraría los trabajos.