Los terroristas y los colaboradores del comando Barcelona de ETA desde el 2000 hasta su desarticulación, en enero del 2001, han sido condenados por la Audiencia Nacional a penas que oscilan entre los 39 y los 5 años de cárcel por delitos genéricos de terrorismo y de colaboración. Sobre los tres pistoleros ya pesaban condenas por los crímenes cometidos en Cataluña, pero esta sentencia es la primera que cae sobre sus colaboradores.

Los etarras Lierni Armendariz y José Ignacio Krutxaga han sido condenados a 39 años y el también miembro de la banda Fernando García Jodra, a 36 porque no se le encontró ningún arma en el momento de su detención. Armendariz, Krutxaga y García Jodra ya habían sido condenados anteriormente por los asesinatos de los concejales del PP José Luis Ruiz Casado y Francisco Cano, el exministro socialista Ernest Lluch y el guardia urbano de Barcelona Juan Miguel Gervilla.

Sus colaboradores Zigor Larredonda, Diego Sánchez Burria y Laura Riera deberán cumplir nueve años, y Francesc Bárcena, Purificación Ródenas y Josep Tamboleo, condenados también por colaboración, cinco. Daniel Morell y Sergi Orge, acusados del mismo delito, han sido absueltos.

LA FUGA Por otro lado, el presunto etarra Igor Letona intentó fugarse ayer de la prisión de La Santé, en París, haciéndose pasar por abogado. Letona, que vistió traje, superó un primer control gracias a un pase falso. En el segundo puesto fue reconocido y detenido, según fuentes de la lucha antiterrorista española. Letona, definido como un etarra de "perfil bajo" por la policía, fue arrestado el 16 de noviembre en Agen (Francia). En 1990 había sido condenado en España a cinco años por pertenencia a banda armada y tenencia de explosivos.