Todos los partidos condenaron el atentado de Llanes, aunque el PP, a través de su presidente en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, aprovechó para acusar al Ministerio del Interior de "ser un esperpento" y de dejar la lucha antiterrorista en manos inexpertas e incompetentes".

El PSOE expresó la "condena más rotunda" y añadió que, ante "la lamentable repetición de hechos criminales de esta índole", la respuesta más eficaz de los partidos democráticos es garantizar la cohesión y la unidad. El Gobierno vasco expresó su "condena y repulsa" y avisó a ETA de que no logrará acabar con los ideales de la sociedad. El PNV consideró que ETA quiere "hacerse propaganda".