Un informe de la policía y otro de la Guardia Civil revelan que los confidentes José Emilio Suárez Trashorras y Rafá Zuher no informaron a sus contactos de la venta de explosivos a los terroristas que atentaron en Madrid el 11 de marzo, y que nunca se pudo comprobar que el exminero Suárez Trashorras se dedicara a traficar con dinamita.

El actual director general de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche, y el exsubdirector general de la Policía Nacional, Pedro Díaz-Pintado, remitieron al Ministerio del Interior, estando el segundo aún en el cargo, sendos informes sobre la relación de agentes de ambos cuerpos con los confidentes, en prisión por la trama que permitió a los terroristas obtener los explosivos con los cuales atentaron en Madrid y provocaron casi 200 muertes.

LOS CONFIDENTES Los documentos, a los que ha tenido acceso Efe, responden a la investigación abierta a petición del Ministerio del Interior el pasado 29 de abril, después de que el diario El Mundo informara de que Suárez Trashorras y su cuñado Antonio Toro eran confidentes de la policía y de que Rafá Zuher lo era de la Guardia Civil.

El informe de la policía, con fecha del 24 de abril y firmado por el jefe de Grupo de Estupefacientes de Avilés, Manuel García Rodríguez, subraya "de forma rotunda" que, "durante todo el tiempo que duró la relación con el citado José Emilio Suárez Trashorras, todas las conversaciones versaron única y exclusivamente sobre personas y asuntos relacionados con el mundo de la droga".

Por su parte, el informe realizado por la Guardia Civil explica que Zuher alertó a sus contactos de la Unidad Central Operativa (UCO) en el mes de enero del año pasado de que tenía información sobre "un individuo de Avilés, que buscaba compradores para explosivos" y que, "al parecer", había estado trabajando "como vigilante" en el sector de la industria minera.

SEGUIMIENTOS La Guardia Civil trató de comprobar la información sobre los explosivos, identificó a los supuestos vendedores y, en colaboración con el confidente, desplegó "un vasto y extenso operativo policial", realizando seguimientos, vigilancias y reconocimientos según Rafá Zuher, sin que se pudiera obtener "ningún dato o hecho objetivo" para corroborar la verosimilitud de sus palabras.

Este documento indica que no hubo más contactos con el confidente Rafá Zuher hasta el 16 de marzo del este mismo año, cuando éste, al ver las fotografías de los sospechosos en los medios de comunicación, llamó a la UCO para explicar que trataría de aportar datos.

COMENTARIOS El confidente hizo varios comentarios sobre la autoría de los atentados del 11-M. García Rodríguez sospechó y puso los hechos en conocimiento de la Comisaría General de Información, tras lo que fue inmediatamente detenido.

El jefe de Estupefacientes de Avilés ha remitido otro informe, fechado el pasado 7 de mayo, en el que afirma que Antonio Toro se había puesto el día anterior en contacto con él para decirle que, tras su puesta en libertad, "la Guardia Civil no le deja en paz".