José Luis Rodríguez Zapatero renunció ayer a que la futura Constitución europea se firme en Madrid y apoyó que la ceremonia histórica tenga lugar en Roma. La alternativa de la capital española había sido aprobada por el Parlamento Europeo en abril como homenaje a las víctimas del 11-M. Pese a que en el debate de investidura Zapatero consideró "atractiva" esa posibilidad, el presidente del Gobierno la desechó ayer con el argumento de que el terrorismo "no debe alterar las decisiones y los planes políticos". "Por ello --dijo--, creo que Roma es el sitio natural".

Zapatero hizo estas afirmaciones ante la prensa en presencia de su colega italiano, Silvio Berlusconi, tras el encuentro que mantuvieron en el palacio Chiggi. Además de lanzar un mensaje de firmeza a los terroristas, el presidente español dirigió con su gesto un guiño a Berlusconi en aras a comenzar con buen pie las relaciones bilaterales pese al abismo ideológico que los separa. Visiblemente satisfecho, el líder italiano dijo apreciar "mucho" la decisión de su invitado y reivindicó el derecho de Roma a acoger el acto, por "razones históricas" y por haberse firmado allí el primer tratado europeo.

ATAQUE La reunión fue precedida por unas duras declaraciones del viceprimer ministro italiano, Gianfranco Fini, contra el presidente español. En una entrevista publicada ayer por el diario alemán Die Welt , Fini afirma que la retirada española de Irak es el "éxito más grande de los terroristas tras el 11 de septiembre".

"Vaya recibimiento", bromeó Zapatero con Berlusconi al comienzo de su reunión. El presidente italiano se desmarcó de Fini: "Anoche hablé con él y le dije que su consideración es completamente personal y que responde personalmente por ella."

Zapatero y Berlusconi se esforzaron en exhibir un buen entendimiento, pese a que el italiano mantiene una estrecha amistad con el expresidente José María Aznar, y es firme aliado en la ocupación de Irak. "Los pueblos español e italiano se quieren y se entienden. Si hay buena relación entre los pueblos, los gobiernos deben estar a la altura de las circunstancias", dijo Zapatero.

Los dos mandatarios expresaron su mutuo respeto. Berlusconi dijo que ambos eran partidarios de una conferencia internacional sobre el país árabe, tras el traspaso de soberanía el 30 de junio.