El Tribunal Constitucional confirmó ayer la ilegalización de Batasuna y de su antecesora, HB. Los magistrados justificaron su rechazo a los recursos de amparo de ambas formaciones por la negativa de éstas a condenar los atentados de ETA. Tras esta sentencia, adoptada por unanimidad, a Batasuna sólo le queda acudir al Tribunal de Estrasburgo.

El Constitucional notificó ayer el fallo y la próxima semana hará públicos sus argumentos. Fuentes del tribunal han adelantado que la sentencia, redactada por Vicente Conde, se centra en un análisis exhaustivo sobre el silencio de la formación ilegalizada ante las actuaciones de la banda terrorista.

APROBACION Los jueces han considerado que un partido no puede permanecer ajeno a hechos tan graves como el asesinato, ya que afecta a la convivencia. Por ello, han entendido que la negativa a condenar los atentados se puede interpretar como una aprobación de los mismos.

Asimismo, el Constitucional considera que el juicio, celebrado por una sala especial de magistrados del Tribunal Supremo, reunió todas las garantías de imparcialidad. Por este motivo, han rechazado que esa imparcialidad se viera afectada por el hecho de que el presidente de ese tribunal, Francisco Hernando, hubiera informado a favor de la ley de partidos políticos como presidente del Consejo del Poder Judicial.

DOCTRINA Los jueces han aplicado en este caso la doctrina del Tribunal de Estrasburgo, que considera que se puede informar sobre una ley sin que esa actuación interfiera cuando se debe aplicar esa misma norma.

El Constitucional también ha considerado que el Supremo contó con suficientes pruebas para tomar su decisión. En concreto, ha avalado un informe presentado por la Guardia Civil, en que se establecían los vínculos entre Batasuna y ETA, que fue rechazado por la formación radical.

La próxima semana, el tribunal hará públicas dos sentencias, ya que ha decidido tramitar separadamente las demandas de Batasuna y HB.

El Tribunal Supremo ilegalizó a Batasuna el pasado marzo por ser "un complemento político de ETA". Y consideró que decretar su disolución era una medida "proporcional", ya que la organización terrorista ha matado a cerca de mil "hombres, mujeres y niños".