El cierre de las instalaciones de almacenaje de gas del Castor supondrán un coste para los consumidores de 4.731 millones de euros, repartidos en 30 años, según cálculos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Esta cifra "contribuirá a aumentar aún más, la ya abultada factura que pagan los consumidores españoles", una de las más altas de Europa, ha denunciado la OCU en un comunicado de prensa.

El pasado viernes el Consejo de Ministros aprobó un real decreto que permite el cierre de las instalaciones de almacenaje de gas del Castor, una norma que, según ha explicado la organización de consumidores, establece una compensación para la concesionaria de la instalación ESCAL, participada por el grupo ACS de 1.350 millones de euros.

La OCU ha advertido de que, pese a que este importe será pagado en principio por la sociedad ENAGÁS transporte, "realmente serán los consumidores los que acaben pagando en su factura durante los próximos 30 años esa cantidad, más un interés del 4,27% anual, lo que elevará el importe final pagado por los consumidores de gas a 4.731 millones".

La organización de consumidores ha criticado que "una vez más sean los consumidores los que finalmente tengan que hacer frente a la mala gestión" de sus gobernantes.

"Se socializan las pérdidas de un proyecto claramente perjudicial para el interés público, y que en el caso de haber tenido éxito habría favorecido fundamentalmente al interés privado", ha señalado.

La OCU ha recordado que los consumidores españoles ya se encuentran entre los que más pagan por el gas, "y seguirán escalando posiciones entre los más caros como consecuencia del encarecimiento en la factura que supondrá esta medida" que, además, se une al déficit de tarifa del sector eléctrico que ya pagan los usuarios.

Ante esta situación la OCU ha animado a los consumidores a que se incorporen a www.quieropagarmenosluz.org, la segunda compra colectiva de energía puesta en marcha por esta organización con el objetivo de ofrecer a los consumidores la mejor tarifa posible mediante una subasta de energía, entre las que se incluye el gas y la electricidad.